martes, 26 de julio de 2011

SOÑE CON HERMIONE_cap 13

Hola! :) antes de comenzar con este capi es hacerles un avisito importante, esta historia ya va a llegar a su fin... les hice una advertencia capis anteriores, pero ahora ya es confirmado, faltan 2 capis? :) a todos nos da pena siempre el final, pero saben que tengo otras historias, que aun les queda muchisimo :D eh! ;D que tal!...claro!! PERVERTIDOS! se acaba el lemon! no! jajaja
Bueno ahora decirles otra vez :E que no se que POF! sucedio con mi cuenta que no puedo escribir comentarios, por eso no les respondo, olvide leerlos por un tiempo y me eh dado cuenta que le debo unas ENORMES! disculpas! a: Airlys , Gritson, a los anonimos creo que es Alexi :) pero!! sobre todo a la seguidora fiel y de mente cochambrosa mugle ansiosaa! jaja besos para ti reina! Rocio, les dedico este capitulo en especial a ustedes niñas!
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CAP 13- UNA NOCHE LARGA

Días después de lo acontecido entre Ron y Hermione todo transcurrió normal, nada cambió entre ellos.

Las clases seguían con una carga de deberes cada vez más pesada, ya que los exámenes finales se acercaban con gran rapidez. Ya solo faltaba poco más de un mes para que las clases se dieran por terminadas.

Los chicos se sentían más y más presionados, a pesar de que Hermione los ayudaba en todos los deberes.

Eran contados los momentos que ella y el pelirrojo llegaron a pasar a solas durante esos exhaustivos días, así que lo ocurrido días atrás no se había vuelto a repetir.

Siguieron pasando las semanas hasta que llegaron los temidos exámenes finales. Fue poco más de una semana con demasiadas presiones, ya que eran iguales o peores que los TIMOS. El último día, después de su examen, se fueron directo a la sala común y se dejaron caer agotados en el primer sillón que encontraron vacío. Hermione tenía un terrible dolor de cabeza.

-¡Por fin!... ¡Por fin se terminó esta maldita tortura!- dijo Ron mientras se estiraba.
-Ron, no grites que tengo mucho dolor de cabeza- habló la castaña con una mueca.
-Pues es normal que lo tengas… ¿no se como pudiste memorizar tanta información en tan poco tiempo?- y el pelirrojo rió al igual que Harry. La chica estaba tan cansada que ni siquiera tenía ganas de recordar si había tenido fallos.
-Es bueno tener unos días aquí en el castillo. Me parece que me va a ir bien en todas las materias gracias a Hermione que nos ayudo mucho. Gracias Hermione- la castaña tenía sus ojos cerrados y solo se limitó a asentir con una pequeña sonrisa en muestra de agradecimiento al ojiverde mientras se llevaba una de sus manos a la cabeza.
-Si, gracias- dijo Ron, se acercó a ella y le besó la frente, aprovechó para susurrarle:
-eres maravillosa, te amo…- le pasó el brazo encima de sus hombros y la atrajo hacia él besándola en la boca- la castaña se puso muy roja y se separó de él con una sonrisa de satisfacción. Harry rió y Ron se limitó a sonreír.

Ahora solo nos falta el partido contra slytherin, el cual estoy seguro que los venceremos, ya que en los entrenamientos hemos demostrado estar muy bien- les informó Harry, - bueno chicos… ¿qué les parece si celebramos el fin de los exámenes, del curso y de una victoria por adelantada?- preguntó pícaramente.

-¡Me parece una excelente idea!, ¿Qué tienes en mente?- preguntó emocionado el pelirrojo.

La chica solo los miraba expectante.

-En la última visita a Hogsmeade compre una botella de hidromiel- contestó entusiasmado Harry.
-¡Genial!- dijo aún más emocionado el pelirrojo.
-¿Es en serio?- preguntó la castaña, los chicos se miraron el uno al otro esperando el regaño de su amiga y novia.
-Claro que si- contestó Harry como si fuera algo muy obvio.
-¡En el colegio no podemos hacer eso… es contra las reglas!- decía alarmada.
-Hermione, ¿y cuándo hemos seguido las reglas al 100?- respondió Ron.
-Pues yo no celebraré con ustedes y menos si es de esa manera- decía indignada.
-¡Oh, vamos Hermione por favor!- dijo Ron dulcemente.
-¡No!
- Vamos Hermy, ¿si?- decía suplicando su novio.
-¡He dicho que no! Además, donde pretenden "celebrar", ¿aquí en la sala común?, ¡están locos!
-Claro que no- contestó impaciente Harry, -para eso esta la sala de los menesteres- y una gran sonrisa se dibujó en el rostro del joven.
-De todas maneras, aunque sea buena idea, no lo haré.
-¡Oh vamos Hermy, por favor!- le volvió a rogar su novio. La chica solo lo observó, se veía muy lindo insistiéndole.
-Usaríamos la capa de invisibilidad, claro esta, para que nadie nos vea… y, para que no te sientas sola, podríamos decirle a Ginny- dijo emocionado el ojiverde, pero Ron lo miró ceñudo y agregó:
-¿Qué tiene que ver Ginny en esto?
-Pues también terminó sus exámenes y la última vez que hablé con ella me comentó que quería distraerse de sus deberes, ya sabes… divertirse un poco. Y que mejor que se divierta con nosotros, ¿no? ¡Oh, vamos Ron no te pongas así! A demás Hermione no sentiría ser la única chica- este argumento pareció convencer a Ron de que aceptará (aun no muy convencido).

-Esta bien le diremos a Ginny, ¿te parece Hermione?

-¡Y piensan involucrar a una menor en todo esto!, es tu hermana Ron… ¿qué pasa con ustedes?- dijo la castaña alarmada.

Los chicos se volvieron a mirar. Pasó un rato en la misma situación hasta que Ron comenzó a molestarse y le contestó a su novia:

-¡Ya basta Hermione! Solo queremos pasar un buen rato y pareciera que te empeñaras en que esto no suceda- la chica lo miró sorprendida, y él continuo.

-Siempre le encuentras un 'pero', ¿acaso no puedes poner nada de tu parte para divertirte un poco?, ¿acaso nuestra diversión es poca cosa para ti?, pero ¿sabes que? ya no importa… Te lo pedimos de buena manera y no aceptaste, así que sino quieres venir con nosotros no vengas, simplemente no nos lo impidas y deja que Ginny disfrute entonces. Vámonos Harry- terminó de decir el pelirrojo molesto, sin gritar (como era costumbre en sus peleas) y con un tono de voz muy serio.

Harry que se sentía realmente incomodo al estar entre ellos dos, siguió a Ron que caminó en busca de Ginny y había dejado a una Hermione parada ahí muy quieta y con un rostro inexpresivo. El ojiverde estaba de acuerdo con Ron, pensaba que Hermione no le apetecía divertirse con ellos.

-Lo siento Hermione pero, yo sí me pienso divertir- pensó Harry.

Cuando Harry alcanzó a Ron este estaba hablando con Ginny, la pelirroja estaba muy sonriente, se levantó de su asiento y había salido corriendo a su cuarto.

-Ahora regresa, fue por sus cosas- dijo Ron sin ánimos a su amigo.

-¿Estas seguro de querer ir?- preguntó dudoso

-Si, y ¿Qué esperas? ¡Vamos por las cosas!- al escuchar esto Harry subió hecho un rayo por las botellas, la capa invisible y el mapa del merodeador que llevaba en su mochila seguido por Ron.

Para cuando Ginny bajo de su cuarto, los chicos se habían quitado el uniforme y estaban listos. La pelirroja se había levantado el cabello en una media cola, se había cambiado de ropa también (jeans ajustados, tenis y una linda camiseta estampada sin mangas) y se había puesto un poco de brillo en sus labios, su hermano la miró con una ceja levantada y el ojiverde la observaba atento con una gran sonrisa, la chica lo miró y le dedicó otra aún más espectacular. Hermione que estaba sentada cruzada de brazos en un sillón apartado de ellos, observaba toda la escena sin poder decir nada.

-¿Nos vamos ya?- preguntó Ginny, y los tres emprendieron camino hacia el hueco del retrato, saliendo por este. Ron decidió no buscar a su novia en la sala antes de irse.

Los 3 se juntaron y caminaron a donde nadie los pudiera ver, entonces Harry hecho la capa de invisibilidad sobre ellos, los chicos de tuvieron que agachar ya que se les veía los pies.

Caminaron y llegaron a su destino, pasaron tres veces por la pared del séptimo piso y apareció una puerta, al entrar se encontraron con una gran habitación, la cual tenía adornos flotando y muy brillantes que decían '¡a descansar!', 'se acabo la tortura', '¡a disfrutar!' y '¡fin de los exámenes!', los tres rieron al ver los curiosos letreros y se dieron cuenta que los tres pensaban de la misma manera. Había grandes sillones de colores brillantes, una mesa con vasos, copas llenas de jugo y platos con mucha comida; todo dentro estaba muy colorido, había lámparas (las únicas que alumbraban en aquella habitación), en forma de flores extrañas y alumbraran de diferentes colores, y se escuchaba música movida de fondo.

Entraron y cada quien escogió un sillón, Ginny uno blanco, Harry uno azul eléctrico y Ron uno verde limón, pero quedaba uno vacío era de color rosa fluorescente, Ron pensó que ese debía ser el de Hermione, ya que mientras pasaban por la pared había estado pensando en ella.

Los chicos notaron la reacción del pelirrojo y sospecharon que era por Hermione. Entonces Ginny preguntó:

-Por cierto, ¿y Hermione? ¿Nos verá aquí? O…- pero captó la idea- ¿no va a venir?

El ojiverde miró a su amigo y este le contestó a Ginny.

-No, no va a venir- dijo triste.

-¿Y por qué no?, ¿Qué no la invitaron o que?

-No, no es eso, sino que…- miró a su hermana que se veía disgustada- me pelee con ella.

La chica puso los ojos en blanco, como esperando una respuesta de ese tipo y preguntó lo más calmada que pudo:

-¿Y por qué pelearon Ronald?

-Por que la invitamos y dijo que no, la intentamos convencer y se negaba, le rogué y se negó, siempre encuentra un 'pero' para todo, parecía que no quería divertirse con nosotros. De hecho te invitamos para que no se sintiera la única chica, pero aún así se negó, y me enojé, me cansé de rogarle y le dije que no importaba si no quería venir con nosotros, si no

quería que no viniera, pero que no nos lo impidiera.

-¡Ay Ron!- se limitó a decir, no podía darle la razón a Hermione esta vez por que Ron estaba en lo correcto, además de que su hermano y ella ya estaban saliendo, pero dijo:

-Ya sabes como es ella, se que tal vez no fue correcto que hiciera eso pero…

-Pero nada Ginny, no se por que es así. Esto es algo que no hacemos siempre y la verdad es que quiero que se divierta para que se relaje un poco, pero pareciera que siempre le ve lo malo a todo- y se cruzó de brazos.

Pasaron varios minutos y el ambiente seguía igual, ni siquiera hablaban.

-¡Bueno ya basta!- dijo Ginny sobresaltando a Ron, -¿piensas estar así toda la noche?, de ser así, ve por ella, arreglen sus cosas... ¡Convéncela de pasar una rato aquí con nosotros! y nos evitas ver tu cara de sufrimiento- dijo bromeando la pelirroja.

Su hermano miró a su amigo y este asintió, Ron sonrió, cogió la capa de invisibilidad y salió por la puerta sin decir nada. Harry y Ginny se miraron, él le sonrió y ella se sonrojó un poco, se habían quedado solos.

Al salir, Ron, fue lo más rápido que pudo a la torre de Gryffindor, aún sin saber con exactitud que era lo que le iba a decir a su novia.

Unos pasos antes de llegar al retrato de la señora Gorda y después de asegurarse de que no había nadie cerca, se quitó la capa, dio la contraseña y entró. Al atravesar el hueco, observó que había muy pocos alumnos en la sala común, pensó que se debía al trabajo exhaustivo que causaban los exámenes finales e imagino que la mayoría de los alumnos estaban durmiendo en sus respectivas camas o descansando en sus cuartos.

Buscó con cierta desesperación la melena castaña que lo traía loco, pero no la encontró por la sala. Se agarró la cabeza con ambas manos en señal de desesperación, y rápidamente pensó. Se buscó algo en que escribir entre sus ropas pero, al no encontrarse nada miró en los escritorios y vio, para su gran alivio, un pedazo de pergamino, fue directamente hacia el, lo cogió y con su varita escribió unas palabras, lo dobló en forma de avioncito y con un hechizo lo elevó en dirección a los dormitorios de las chicas.

Hermione, se encontraba sentada en su cama acariciando a Crookshanks, aún sumergida en sus pensamientos.

-¡Ay! ¿Por qué me pasa esto a mi?, simplemente ¿por qué no lo sé disfrutar?- la chica suspiro, -tal vez si debí ir con ellos- pensó triste la castaña,

-Tiene razón Ron... a todo le encuentro un 'pero', lo malo es que ahora piensa que no quiero pasar un buen rato con él.

-¿Qué hago Crookshanks?- preguntó angustiada a su gato color canela, mientras este ronroneaba con las caricias de su dueña. En ese instante, el gato maulló de una forma escandalosa y saltó a los hombros de la chica. Hermione dio un gritito por la repentina reacción de su gato, volteó intentando ver que cual era el motivo de que Crookshanks hubiera reaccionado así, y lo vio.

Encima de su cabeza dando vueltas en círculos estaba un avioncito de papel, lo tomó cuidadosamente, apartando al gato que brincaba queriendo cazarlo, y deseo que aquella figura de papel tuviera procedencia de su querido pelirrojo.

Al abrirlo, y después de que se le dibujará en el rostro una sonrisa, reconoció de inmediato la letra de su novio, el cual escribió:

Hermione:
Me gustaría que bajaras un momento a la sala común, necesito hablar contigo.
Ron

La sonrisa que se había dibujado en ella se fue borrando conforme las dudas la invadían.

-¿De qué querrá hablar conmigo?, ¿seguirá enojado?, ¿y si termina conmigo?, ¿y si pensó mejor las cosas y se disculpa?, lo dudo él es muy orgulloso...- se preguntaba mentalmente.

Ella realmente sentía miedo al no saber de que le quería hablar Ron, pero sin pensarlo muy detenidamente, bajó.

Antes de terminar de bajar las escaleras lo vio. Estaba sentado en un sillón mirándola fijamente, ella no pudo soportar su mirada y agachó su cabeza; cuando termino de bajar se acercó a él aún con la cabeza agachada y cuando llegaron a estar frente a frente, él se había puesto de pie.

-Hermione- dijo el chico.

La castaña no levantó la cabeza.

-Hermione- repitió el chico, esta vez ella levantó su cabeza, se abrazó a él y le dijo:

-¡Discúlpame Ron!- el pelirrojo se sorprendió mucho, -tienes razón, siempre tengo un 'pero' para todo... no quiero que creas que no quiero pasar un buen rato contigo pero... me da miedo que algo malo nos pase, ¡que algo malo te pase!- Ron le correspondió el abrazó al conmoverse con sus últimas palabras.

-Herm... tranquila- dijo con dulzura, -yo quiero hablar contigo por que me quiero disculpar... no debí actuar así. Te conozco desde hace años y se como eres... no tenía por que ponerme así, pero en verdad quería, quiero, que disfrutemos de este momento. Ya sabes, divertirnos... y te aseguro, te prometo que no pasará nada malo- él chico le dedicó una mirada llena de ternura.

-¿Quisieras venir conmigo, con Harry y Ginny? No es lo mismo sin ti.

Él quería que ella dijera que si, nunca le había gustado verla así, angustiada. Hermione se separó de él y viéndolo a los ojos, asintió levemente con la cabeza:

-Si Ron, quiero ir con uds- dijo entre seria y divertida. A Ron se le iluminó la cara, esbozó una gran sonrisa y la besó en la boca; ella se separó igual de feliz que él y le dijo:

-Peeero... me tengo que cambiar- dijo viendo su atuendo.

-¿Por qué? te ves hermosa así como estas.

-Ron... aún tengo el uniforme puesto- dijo seria.

- ¿Y qué?, a mi me encanta como se te ve puesto, fue con ese atuendo que me enamoré de ti- Ron estaba irreconocible, pero a la chica esto le agradó, se sonrojó ante la confesión de su novio, le dio un rápido beso en la mejilla y subió corriendo a cambiarse.

Al subir no sabía que ponerse, sacó y sacó ropa de su baúl, mientras se quitaba el uniforme y quedaba en ropa interior, hasta que encontró una falda de mezclilla y una blusa con mangas cortas y de botones al frente (que le quedaba algo entallada), color verde agua y unas sandalias. Se cambió lo más rápido que pudo, hizo lo mismo que su ahora cuñada y se puso un poco de brillo en los labios; bajó corriendo.

- Te ves preciosa- dijo su novio al verla, ella nuevamente se sonrojó. No estaba acostumbrada a esos halagos y menos de parte de Ron,
-¿Lista?- preguntó el muchacho.
- Si

Salieron por el hueco del retrato, caminaron a otro pasillo y Ron hecho encima de ellos la capa de invisibilidad y se dispusieron a ir al séptimo piso sin ser descubiertos.

Mientras en la Sala de los Menesteres, Harry y Ginny estaban platicando.

-Así que... solo me invitaron para convencer a Hermione de venir...- dijo un poco sentida la pelirroja, mientras le volteaba la cara a Harry como gesto de indignación.
-¡No!, no pienses eso por favor...- decía el chico intentando arreglar la situación.
-De hecho... yo fui el de la idea-, la chica lo miró con ojos asesinos que indicaban una expresión de '¡¿Tú?, ¡como te atreviste!', y nuevamente Harry intentó componer la situación.

-Si, pero yo le dije a Ron que te invitará por que, como me habías comentado que querías

distraerte un poco, aproveché que Hermione no quería ir... por que conociendo a Ron no te iba a dejar venir. Aunque de todas maneras lo iba a intentar -Esto último lo dijo en un susurro.

-Por favor no lo malinterpretes, mi intención es que pases un buen rato con nosotros.

Ginny no pudo resistir el tono en que Harry había dicho eso, realmente estaba siendo sincero, así que volteó y lo miró. Ahí estaba él dedicándole una tierna sonrisa solo a ella; Ginny se derritió al verlo, él siempre le había gustado, le atraía mucho, estaba enamorada de él. Poco a poco se fue acercando al chico, este a su vez se ponía nervioso al notar que la chica que le atraía tanto no le quitaba la mirada de encima y caminaba con paso decidido hacia él.

Cuando pudo estar lo suficientemente cerca del chico, se le acercó y le preguntó de manera suave:

-¿Realmente querías que viniera?

-Si- atinó a decir nervioso.

-¿Por qué?- cuestionó curiosa.

-¿Por qué?, ejem, bueno por que...- lo ponía mal que la pelirroja le sostuviera la mirada.

-por que yo sabía que tú querías divertirte y pues, ejem, aprovechando la oportunidad que, ujum, se presento pues, este, decidí invitarte- terminó de decir muy nervioso el ojiverde.

Ginny le sonrió pícaramente mientras se acercó más a él y le dio un beso en la mejilla. Harry se puso rojo como un tomate.

-Gracias- le dijo la pelirroja al oído y se fue por otra bebida dejando a Harry un poco alterado.

Minutos después escucharon que la puerta de la sala se abrió, pero nada entró, así que de inmediato Harry y Ginny sacaron sus varitas y se pusieron a la defensiva. Entonces la puerta se cerró y de la nada aparecieron Ron y Hermione. Estos estaba de lo más sonrientes, demostrando de una manera clara que ya había arreglado sus problemas.

Oyeron a Hermione reír mientras observaba la decoración del lugar, sobre todo los letreros.

Ginny y Harry estaban felices de que habían resuelto sus problemas, ahora podrían disfrutar de la noche.

Momentos después Ron y Harry fueron a una de las mesas de las bebidas. Harry fue por la suya y Ron por la de él y la de su chica. Se sentaron cada quien en el sillón que habían escogido, Ginny en el blanco, Harry en el azul eléctrico, Ron en el verde limón y Hermione en el rosa fluorescente; juntos, con comida y bebidas deliciosas se dispusieron a charlar.

Entre risas, burlas y una botella de hidromiel pasó una hora, las chicas comenzaron a bailar ya que la música estaba cada vez más contagiosa y movida, además de que ya traían bastantes tragos de hidromiel encima. Los chicos que se encontraban hablando de quidditch al ver a las chicas bailando, decidieron dejar el tema para después y contemplarlas con la boca abierta viendo como bailaban sensualmente y a las grandes risas. Ellas, obviamente, notaron esto y hacían sus movimientos aun más sensuales ya que la pena se les había esfumado.

Hermione se acercó lentamente a Ron, le tendió la mano para que se levantará, el chico la tomó y rápidamente se paro de su asiento; su novia se acercó más a él, lo abrazó mientras bailaba y lo besó. Harry aún contemplaba a Ginny y su incitante movimiento de caderas, la pelirroja no paso desapercibido esto y aprovechando que Hermione entretenía a Ron, fue hasta donde estaba Harry.

-¿Quieres bailar?- le dijo.

Él chico asintió torpemente y se levantó lo más rápido que pudo. Al estar de pie frente a la chica, tragó saliva e intento bailar con ritmo pero sus movimientos eran muy torpes, la chica río en su interior al ver el esfuerzo que Harry ponía para bailar bien, pero ambos sabían que era muy mal bailador.

Ron y Hermione estaban totalmente perdidos en su mundo de besos y diversas emociones. Ambos se miraban a los ojos y con apenas lentos movimientos bailaban tomados de las manos. Ron sentía estremecer su cuerpo al ver como la castaña se movía ante la música, quería comérsela a besos y acariciar con desesperación esas caderas que se contoneaban con un ritmo singular. Luego de un rato considerable, las parejas se separaron, y fueron por más bocadillos y bebidas. Las chicas aun seguían un poco alegres, así que ante cualquier comentario de los chicos se reían sin parar; el reloj marcaba las 2:47 de la madrugada y ellos seguían hablando de cualquier cosa sin rastro de estar cansados o de querer irse a dormir, al contrario parecía que la noche nos le iba a bastar.

Comieron, bebieron y siguieron bailando, sin darse cuenta las luces de la habitación fueron cambiando y se hicieron más tenues.
En un momento en que Ginny y Harry intentaron investigar que estaba haciendo la otra pareja, observaron que ya no estaban. Se sorprendieron pero alcanzaron a ver como entraban en una especie de habitación continua q había aparecido. Se miraron y sonrieron, decidieron con la mirada no molestarlos.
Harry hizo plática con Ginny, se sentaron y comenzaron a reír juntos de las ocurrencias que decía la pelirroja.


Mientras tanto en la habitación continua, Ron tenía a su castaña arrinconada en una pared besándola con desesperación, la chica por más que quisiera no podía seguir el ritmo de sus besos, ya que la dejaban sin aire. Cuando hubo un momento en el que Ron paro, la miro a los ojos mientras sus frentes estaban juntas, Hermione sonrió algo agitada y lo abrazó muy fuerte, pero en ese instante se percató de algo.
Al abrazarlo sintió "algo" bastante firme por al entrepierna del muchacho; estuvo a punto de voltear a ver que era eso, solo para cerciorarse de que era lo que ella estaba pensando.

Ron se sonrojó considerablemente pero no dejo de abrazarla, sin más que decir la volvió a besar con la misma desesperación y deseo que sentía por su novia. La castaña, aun llena de valor por los tragos antes bebidos decidió dejarse llevar, paso sus dos brazos alrededor del cuello de Ron y lo beso de la misma manera en que él la besaba y le estaba correspondiendo muy bien.

El pelirrojo sentía que no podría contenerse por mucho tiempo, necesitaba acariciarla, sentir cada parte de su cuerpo, que sus besos fueran correspondidos de la misma manera así que poso sus manos en la cadera de ella y la acaricio lo más calmado que pudo. Estuvo unos momentos sintiendo sus caderas y sin poder evitarlo sus manos recorrieron su vientre hasta subir en busca de uno de sus pechos. El pelirrojo sabía que Hermione aun no estaba preparada para algo así pero por más que luchaba no podía, simplemente no podía evitarlo, en ese instante de debilidad sus instintos eran más fuertes que su razón, quería recorrer por primera vez aquel cuerpo que lo volvía loco, quería conocerlo, recorrerlo, saber sus debilidades, así que en esos momentos no podía contenerse.

Con intenciones de evitarlo pero no las necesarias, llego a su pecho, primero lo rozó y al ver que la chica no reaccionaba de manera "negativa", lo acarició lentamente, la chica se sentía un poco nerviosa pero se dejo llevar al sentir la mano de su pelirrojo en su pecho. Sus emociones se mezclaron: nerviosismo, excitación, placer, ansiedad, miedo; su cuerpo estaba tenso y su respiración se agitaba, estaba mareada pero quería seguir, quería probar nuevas sensaciones y Ron estaba provocando muy bien eso de las 'nuevas sensaciones'.

Sin poder soportarlo un minuto más, ambas manos rodearon y se llenaron con esos redondos y bien formados pechos de su novia, la besó, pero ese besó tuvo un cambio. Ya no era tan inocente, ni tan dulce, ni tan tierno. Era provocador, excitante, pasional, agresivo y hasta un poco salvaje ya que era dado con los instintos más remotos de ambos. Sus manos no se saciaron y bajaron hasta sus muslos descubiertos, la castaña seguía colgada del cuello de Ron mientras este besaba su oreja con bastante desesperación. Ella daba pequeños suspiros que volvían cada vez más loco al pelirrojo; sus manos acariciaron esas piernas blancas, sin querer ni poder controlarse las subió por debajo de la falda, quería tocar y probarla más.

Una de sus manos iba subiendo por su entrepierna y la otra subió hasta llegar a una de sus nalgas, la cual acaricio lentamente y en reflejo la apretó comprobando que era tal y como la había soñado. Cuando la otra mano tocó las bragas de la chica y rozó por encima de estas su intimidad, Hermione se estremeció, su sexo estaba palpitando de una forma acelerada y sentía más calor del que debía aparte de mucho nerviosismo, ya que nunca antes alguien la había tocado de esa manera. Ron que besaba su cuello notó su reacción y no dudó en volver a pasar su mano por su intimidad, notando así que sus bragas estaban un poco húmedas, Ron no podía creer aún que provocará tales reacciones en Hermione. Esta besaba al pelirrojo con mucha pasión, realmente jamás en su vida se había sentido de aquella manera. Ron seguía con su tarea de rozar cada tanto la intimidad de su chica, haciendo suspirar a su chica de una forma muy sensual; volvió a subir sus manos hasta sus pechos pero ahora no dudo en desabrochar un par de botones de su blusa, dejando ver aquel coqueto brassiere con encaje.

El chico quedo sorprendido y fascinado a la vez e impresionantemente un poco cohibido, ya que nunca había visto a alguna chica de esa manera y que Hermione le permitiera hacer eso demostraba que los dos sentían la misma atracción y deseo. Se sintió dichoso de que la chica le correspondiera de aquella manera y sin esperar más volvió a acariciarlos, paso por encima de aquella ropa intima y ahora si pudo sentir que los pezones de su chica estaban muy duros, los frotó mientras besaba su cuello. El agitado pelirrojo iba bajando cada vez más sus besos pero quería prolongar un poco más su tortura causando un poco más de placer a Hermione con sus besos un tanto inexpertos, bajo su brassiere hasta que sus pechos quedaron totalmente descubiertos y siguió bajando sus besos hasta que llego a su meta.

Una vez estando frente a ellos los contempló, tal y como lo había soñado, sus pezones duros y rosados por la excitación quizá no tan grandes pero su proporción era perfecta. Y los besó, los llenó de besos, los lamió, los saboreó e introdujo, turnadamente, cada pezón a su boca, mordiéndolos, primero de una manera un poco agresiva y después de un pequeño quejido de dolor de la castaña, de la manera más delicada que pudo.

Nadie en su vida había hecho lo que Ron estaba haciendo, sus besos y caricias la volvían loca, aquello se sentía tan bien que no quería que su amado parará, aunque a este último no se le veían ganas de dejar de hacer lo que había comenzado. Ron estaba totalmente fascinado con aquellos dos pechos que su novia le había dejado probar a él, solo a él.

Después de un buen rato, se volvieron a besar en sus bocas, Ron no quitaba sus manos de los pechos de la chica, esta solo reía para si misma al ver el comportamiento del pelirrojo pero se sentía tan bien al lado de Ron que esa seguridad que sentía a su lado acabo un poco con el nerviosismo de ella. Y así siguieron un rato, Ron aun estaba muy excitado pero la chica recordó que no se encontraban solos…

Ginny y Harry no le habían tomado importancia que sus amigos desaparecieran por un rato, ya que ellos estarían mejor sin su compañía. Cuando dejaron de reírse de una broma de la pelirroja, hubo un momento de silencio y se miraron a los ojos, sonrieron apenados y se sonrojaron.


Harry no sabía como actuar en esos momentos, realmente Ginny le atraía de una manera que jamás había pensando, y ahí estaban… los dos solos.
Muchas veces había imaginado una situación así y su imaginación había volado en aquellos momentos, pero él no se atrevía a hacer algunas de las cosas que le habían pasado por la mente. Mientras el ojiverde se debatía en que era lo que debía y no debía hacer en esos momentos (por que no iba a dejar pasar la oportunidad de estar solos), ella dio el último trago a su bebida, se levantó, caminó hasta Harry y se sentó en sus piernas; ella no había dudado de sus decisiones.

El chico estaba realmente sorprendido pero satisfecho a la vez, miro a la pelirroja un poco confundido pero ella le dedicó una sonrisa radiante, paso sus brazos alrededor del cuello del chico, este miro sus ojos y bajo la vista hasta sus labios, los cuales delineo con su dedo índice, la chica cerró sus ojos disfrutando de aquella caricia y poso su cabeza en el hombro de Harry, aspirando su perfume, sintiendo la calidez de su piel y lo que él provocaba en ella.

Ginny lo enloquecía, estaba realmente loco por ella, ninguna chica se podía colar en sus pensamientos sino era ella, y teniéndola así como estaban era realmente fabuloso. Se sentía tan bien estar con ella, así que la tomo de la cintura y la abrazó, la atrajo un poco más hacia él, hundiendo su cara en el pecho de esta, con ese suave y pelirrojo cabello dándole en la cara y aspirando aquel olor floral que tanto le gustaba. Así estuvieron un rato, solo sintiendo su calor y enamorándose cada vez más el uno del otro.

Cuando Ginny se separó de él, le acarició el revoltoso cabello negro, él tomo su mano y le dio un beso a la misma, después la entrelazo con la suya y la miró a los ojos. El color de la cara de Ginny era totalmente igual al de su cabello, nunca nadie le había besado la mano y esto lo interpreto como un gesto muy educado y romántico, aunque ella casi no lo aparentaba era una romántica de corazón. Esto la hizo sentirse derretir en brazos del muchacho y desviar la mirada hacia su regazo para que el chico no notará tanto sus mejillas enrojecidas, él sonrió al ver la reacción que había provocado en la chica.

-Ginny…- dijo con voz ronca Harry, -¿Sabes? Desde hace tiempo… me… me… gustas mucho- la susodicha lo miro con los ojos muy abiertos, él continuó.
-La verdad me gustas demasiado y… si no te había dicho nada es por… por Ron- Harry quería que la chica entendiera sus razones sin hacerla sentir mal.
-Como sabes es mi mejor amigo y no me decidía a dar este paso por que no quiero perder aquella amistad de años y… no se si me entiendas pero… es que ya no puedo mirarte solo como la pequeña hermana de mi mejor amigo, yo… yo… quiero algo más contigo, más que una amistad y…

Pero no pudo seguir por que Ginny lo había callado con un beso. Ella entendía el por que no le demostraba que le gustaba, antes que ella, estaba proteger la amistad de años que tenía con su hermano, pero eso, era algo que le gustaba de Harry, esa honestidad y lealtad hacia sus amigos. Y ya se había planteado el problema pero esa confesión la hizo sentirse la más dichosa de todas las chicas de Hogwarts.

Sentir aquellos labios que con tanto anhelo los había deseado, ya no le importaba si en ese instante aparecía Ron y los maldecía a los dos, ya no quería pensar en nada más que no fuera Harry y sus hermosos ojos verdes. Era un beso tierno, calmado y largo, tomaban aire tranquilamente, por que ninguno de los dos se quería separar. Pero al separarse Harry la miró sin dar crédito a lo que había pasado pero sabía que tenía que decirle algo a la chica.

-Ginny… ¿quieres ser mi novia?- preguntó aun dudoso. Ella sonrió tímidamente y contestó,
-Si Harry…- y se volvieron a unir en otro beso.

Por otro lado Hermione, intentaba controlarse para poder recordarle a Ron que no estaban solos y que su hermana y Harry los deberían de estar esperándolos 'y que…'
Pero hasta ahí se quedo su pensamiento ya que con su novio la estaba pasando demasiado bien, Ron a pesar de no ser un experto lo estaba haciendo bien. Pero su conciencia pudo más esta vez y dijo:

-¡Ron!, ¡Basta!, ¡Para!- con un tono bajo y casi pareció un gemido, pero la chica lo empujó un poco para que entendiera.
-¿Qué pasa Hermione?- dijo el pelirrojo algo molesto por haberlo interrumpido.
-Ron…- la chica buscó las palabras correctas para darle a entender que no quería parar pero que no tenía otra opción, pero su cerebro se había alentado un poco.
-No estamos solos. Ginny y Harry nos están esperando y ya bastante rato estuvimos… alejados de ellos.

Ron, a pesar de no estar de acuerdo, recapacitó.
-Si, tienes razón Hermione, pero es que… la estamos pasando tan bien que… me es difícil, pues… separarme de ti.

La castaña sonrió por que lo entendía a la perfección, se vistió rápidamente con algo de pudor, ya que Ron observó toda la escena con algo de decepción en su mirada. Al notar esto, la chica tomó con sus manos el rostro del joven y le dijo:

-Se que no querías parar y yo tampoco, pero las cosas hay que tomárselas con calma, ¿no crees?-.

El pelirrojo le sonrió y asintió por que ella tenía, como la mayoría de las veces, la razón. Le dio un corto beso en la frente.

-Si, lo sé… ya habrá tiempo- Hermione besó su nariz.
-Aunque te recuerdo que no querías venir- dijo en tono burlón el chico,
-¿Te habrías perdido de toda esta diversión?- rió fuerte y se alejó de su chica, ya que esta había puesto, en broma, una cara de enojada.

Salieron de aquella habitación continua y vieron a Ginny y Harry sentados muy juntos en un sillón charlando tranquilamente. El efecto del hidromiel había pasado.
-Y… ¿Qué tanto hacían?- preguntó Ginny pícaramente, -Por que no se perdieron solo 5 minutos…
-Eso, es algo que no te importa- contestó Ron. Hermione se puso roja como el cabello de los Weasley's.

Se miraron los cuatro y comenzaron a reír, sobraba las explicaciones. Cuando volvieron a mirar la hora eran las 5:57am, decidieron quedarse a dormir ahí para que no levantaran sospechas de su hora de llegada ante la Sra. Gorda. Aparecieron 4 camas individuales y cada uno se acomodó en la suya. Los cuatro se quedaron dormidos rápidamente, estaban agotados ya que había sido una noche larga.

2 comentarios:

Rocíoo.~ dijo...

¡Aaaay, excelente..!


¿Por qué maldita razón no tengo en casa una Sala de Los Menesteres con clones Ron? :(



I'm a fuckin muggle. ¬¬



¡Me encantó!








I ♥ SOÑÉ CON HERMIONE!






¡Saludos y éxitos queridaaa!

Te lo super-merecés! :)

Rocíoo.~ dijo...

Me olvidaba...


Gracias por la dedicación también. :)