miércoles, 20 de julio de 2011

PERDIDO EN TI_cap 5


CAPITULO O5: MAS QUE Horrible!

Se sentía ahogado en un agujero negro del que no saldría jamás. Miraba a todas direcciones pero no podía distinguir nada, ni siquiera sus manos. Pero… ¿Por qué se encontraba en ese lugar? O ¿ese no era un lugar específico? Lo que quería decir es si ese lugar existiría o no. No entendía nada, lo único que quería era salir de ahí y no tener que respirar más con dificultad, como lo estaba haciendo ahora. Por primera vez sentía unas enormes ganas de reunirse con su familia y estar en armonía con ellos, también, claro, con su mejor amigo Harry y…Hermione.
Y con sólo pensar su nombre todo se iluminó rápidamente. Sonrió por un momento, pensando en que todo se había arreglado y por fin había vuelto a respirar bien, pero luego algo sucedió.
La vio…si, ahí estaba, pero ¡con él! Sintió unas enormes ganas de golpearlo hasta que él se cansase, pero cuando Hermione lo miró, le sonrió maliciosamente y besó con pasión al mismísimo Viktor Krum.
Y de pronto comenzó a ahogarse nuevamente, sólo que ahora sentía que el aire se le escapaba muy rápido, era como si no quisiera llenar sus pulmones… Y comenzó a asfixiarse, a marearse…Ya no podía respirar más…
- Ron… - Escuchó su nombre con una voz femenina a lo lejos, y poco a poco se le llenaron los pulmones de aire.
Se despertó sobresaltado y respiró con dificultad, además de entrecortadamente. Poco a poco su visión se aclaró y pudo ver a Harry en la otra cama de su habitación mirándolo con el ceño fruncido y preocupación.
- Parece que no soy el único que tiene pesadillas – Dijo Harry incorporándose, saliendo de la cama y negando con la cabeza.
Pero Ron no se había dado cuenta de que una castaña se encontraba sentada a los pies de su cama. El pelirrojo se secó el sudor helado de la frente.
- ¿Estás bien? – Le preguntó – Parecía como si fueras a ahogarte.
La miró detenidamente. Hermione tenía una ceja levantada y eso le hizo recordar su sueño, como la castaña lo había mirado en esa fugaz escena.
Se sintió enojado. Enfurecido consigo mismo y con ella. ¿Cómo era posible que ella no hubiera valorado aquel beso en la guerra? ¿Hermione lo besó porque si? Y por último ¿él era tan estúpido como para ilusionarse con ella y creer que de verdad lo quería como él?
Se desató rápidamente de sus sábanas y salió de su cama. Hermione lo siguió con el ceño fruncido.
- Ron – Pronunció lentamente
- ¿Qué quieres? – Le preguntó el pelirrojo de mala gana. Harry lo miró asombrado.
- Tu… - Contestó Hermione confundida y haciendo como que no había escuchado – Tu madre dice que bajen a desayunar, ya…nos vamos.
Ron revolvía el cajón de su ropa furiosamente. Deseaba que Hermione se marchara de ahí lo antes posible, pero ella seguía mirándolo.
- ¿Algo más? – Le preguntó Ron encontrando por fin la prenda que iba a colocarse.
- eh… - Comenzó a decir la castaña, pero Harry la interrumpió.
- Lo que pasa es que Ron quiso decir "Gracias" – Dijo algo nervioso queriendo que entre sus dos mejores amigos no se armara una de sus peleas - ¿No es así Ron?
- No – Dijo Ron como si fuera lo más obvio del mundo.
Harry se puso pálido y miró a Hermione preocupado, pero para su suerte, ella se dio media vuelta y salió de la habitación. Harry no podía creer que no le hubiera dicho nada a Ron.
- ¿Por qué lo hiciste? – Le preguntó su amigo.
- ¿Qué crees que debo ponerme para ir a los mundiales, Harry? – Preguntó el pelirrojo cambiando de tema radicalmente – Ya quiero ver quidditch, hace tiempo que no…
- ¡No cambies el tema como otras veces, sólo porque te conviene! – Le cortó Harry acercándose a Ron. No tenía idea de porque el pelirrojo se había comportado como un cretino con su amiga.
En eso, Ron giró y lo miró seriamente. No era la primera vez que Harry le gritaba así.
- ¡No me hables así, porque sabes perfectamente que ya no tienes ningún parentesco con Quién-tú-sabes! – Le dijo sin pensarlo primero.
Harry no podía creer que Ron estuviera tan de mala gana para hablarle de esa manera.
- ¡No sé lo que te está pasando! – Le gritó Harry a su amigo. Siguiéndolo mientras que el otro se quitaba su pijama para colocarse un sweater.
Estaba oscuro no había duda de que era de madrugada. Hacía un frío enorme, pero eso no impidió que los dos se pusieran rojos de ira.
- ¿Qué me está pasando? ¡Eres tú el que viene a gritarme! – Se defendió Ron.
- ¡Es porque te lo mereces, y lo sabes bien! – Gritó Harry.
- ¡¿Sabes? ¡Creo que Quién-tú-sabes nunca desapareció de ti! – Atacó Ron, acercándose desafiante a Harry.
- ¡Si eres tan hombre ¿Por qué no lo llamas Voldemort? O ¿Aun te atemoriza decir su nombre? – Dijo Harry sacando su varita rápidamente de su bolsillo. Y Ron la tomó ágilmente de su mesita de noche.
Los dos se apuntaban no sólo con las varitas si no también con la mirada. Cuanto se odiaban en ese momento… como nunca lo habían hecho.
- ¡Yo lo hice desaparecer! – Gritó Harry enterrándole la varita a Ron en el pecho.
- ¡Pues no completamente! ¡Aún se quedó en ti, Potter! – Dijo Ron haciendo lo mismo.
El otro chico no estaba dispuesto a escuchar nada más, ya no le importaba que fuera su mejor amigo, sólo quería hacerle entender que no tuvo que tratarlo de esa manera.
- Vamos Fred. Tú a Harry y yo a Ron, porque si no se apuran perderemos el traslador.
Los gemelos habían aparecido en el umbral de la puerta y actuaban como si los dos chicos fueran un par de gnomos a quienes había que separa y lanzar lejos.
- ¡Levicorpus! – Dijeron a coro los gemelos.
Harry y Ron gritaron aterrorizados al encontrarse de cabeza colgando de un tobillo. Eso no impidió dejar pensar a Harry lo que estuvo a punto de hacer, ni tampoco a Ron decir palabrotas.
Sus varitas habían salido disparadas de sus manos.
- Wow, pequeño Ronnie, ¿Con esa boca le dices a mamá que la quieres? – Preguntó Fred rodando los ojos.
- ¡Qué te importa! – Le dijo el pelirrojo a su hermano mayor perdiendo la paciencia.
Fred miró a George y juntos se guiñaron el ojo.
Los dos chicos colgados temieron ante esa doble señal.
Y con un movimiento de varita los gemelos provocaron que Harry y Ron se movieran de un lado a otro haciendo que los muchachos se golpearan en la cabeza, el uno contra el otro.
Chillaron por el golpe y eso hizo que Ron se enfureciera aún más.
- ¡Bájame ya, idiota! – Le exigió a su hermano moviendo los brazos agitadamente.
George no esperó a que Ron se lo repitiera ni mucho menos que le siguiera diciendo palabras que le molestaban, así que se encogió de hombros y dijo en voz baja y maliciosamente:
- Liberacorpus.
Ron cayó como un saco de papas al suelo haciendo un ruido tremendo. Se levantó enfurecido y quiso seguir a su hermano para ahorcarlo, pero los gemelos ya se habían desaparecido y habían dejado a Ron más furioso de lo que antes estaba.
- ¡Malditos, me las pagarán! – Gritó lanzando todo lo que estaba a su paso.
De pronto se giró y vio a Harry parado frente a él. ¿Cómo había sucedido todo eso tan rápido? Habían peleado por una cosa que ni siquiera estaban hablando. Todo se fue por otro camino y terminaron gritándose como nunca lo habían hecho desde que se conocieron.
- Lo siento – Se atrevió a decir el chico de la cicatriz.
Pensándolo bien ¿Qué haría Ron sin su mejor amigo? No tuvo que esperar más de dos segundos, también se disculpó con él sintiéndose muy avergonzado.
Y media hora después salían de la madriguera, tratando de irse rápidamente, ya que la señora Weasley estaba muy nerviosa preguntándole a todos si les faltaba algo y diciéndole a los gemelos que "por favor" se portaran bien, una vez en su vida. Luego, caminaron para adentrarse en un enorme bosque por el cual había que cruzar para llegar a la sima de una colina donde se encontraría el traslador, fuera el objeto que fuese, tal cosa los llevaría directo a ver los mundiales de quidditch como lo habían hecho cuando tenían 14 años.

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