domingo, 25 de diciembre de 2011

Regálame más Tiempo_cap1 [NAVIDAD]

Conjunto de Drabbles, distribuidos en fechas y titulos. Cuando crees haber encontrado un ángel, no solo te ayuda a creer de nuevo en la vida si no a entregar una buena vida.Se que es confusa la explicación pero, espero que les guste queridos lectores: ¡Feliz Navidad!
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10 de Diciembre: INMADURA
-¿Es que las decisiones que tomas no las haces por ti misma?, Astoria… me voy a casar contigo, no con tu hermana y tus amigas!
-Ronald… - la joven intento pasar su mano por el brazo de su novio – para mí la opinión de ellas es importante y bueno me dijeron que aun soy muy joven para tener hijos y…
-Hey! Calla, por favor – los ojos del pelirrojo andaban suplicantes, ya no la quería escuchar mas – Cariño quien hablo de bebes, tengo muchos sobrinos, aun no pienso en hijos. Solo quiero casarme contigo.
-Entiéndeme Ronald, no habrá boda. Lo siento – estaba colocándose su cartera en el hombro dispuesta a irse pero un fuerte brazo la detuvo.
-¡Porque ahora! ¿Por qué no antes de proponértelo ah? Sabes cuánto me duele lo que haces y todo por algo que no es un problema, sino una bendición. Sabes cuantas madres dan por tener un hijo! Por si no sabías… no. Para que te voy a contar cosas importantes de la familia, cuando ya no formas parte de ella. Vete.
El pelirrojo salió a la puerta dejándola abierta para que su novia… ex novia pudiera salir. Ella entendió y en silencio dirigió hacia él. Esperó a que estuviera a su altura, levantó la cabeza y dijo.
-Está más que claro que hemos terminado.
-¿Qué? Pero si solo es lo del matrimonio, no de nuestra relación?
-No Astoria, si no eres madura para dar un paso tan importante conmigo, ya no te quiero a mi lado. Ya vete ¿sí? – de la espalda la llevo hasta la puerta y la cerro con suavidad.
Quería controlar la furia e impotencia que llevaba por dentro, tenía que ver la manera de ¿Cómo iba a explicar a su familia que ya no se iba a casar? Y aún más la razón por la cual ya no lo iba a hacer. Definitivamente la semana de su supuesta luna de miel, le ayudaría a replantear su vida. Por ahora solo decidió regresar a su cama y tumbarse en ella, no tenía pensado cuando iba a despertar era algo que le tenía sin cuidado.
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15 de Diciembre: MAL AMIGO
Lo único que podía despertarlo en ese entonces podía ser su estómago hambriento. Desde esa tarde de Diciembre no había probado bocado, su cabeza estaba estallando de dolor aun no hallaba una explicación, había sido difícil explicar cómo era que ellos se iban a casar en Aruba, alejados de todos! Era una idea loca, pero ellos se amaban mucho y quería casarse en el lugar en el que se conocieron. Iba a ser un gasto inmenso pagar pasajes de avión para todos por eso ellos querían casarse, disfrutar su luna de miel y luego celebrar con ambas familias: Los Greengrass y los Weasley.
-Comida – abría el refrigerador y paseaba su vista de un lado a otro, todo era muy rico. Carnes, salmón, pastas congeladas y un postre que había compartido con su ex hace 1 noche. Cerro sin haber cogido nada de ahí dentro y regreso a su cuarto, despojándose de su ropa y prendiendo un cigarro mientras iba prendiendo el grifo de su bañera, aspiraba y exhalaba el humo. Desnudo ya, entro hasta que el agua lo mojaba de pies al cuello; no tuvo tiempo de coger un cenicero por lo que uso uno de los muros de su bañera para aplastar la colilla que llevaba en su mano. Se sumergió hasta que su cabeza quedase dentro de la bañera, el agua rebalsaba goteando en el suelo de mayólica blanca, abrió los ojos y veía todo muy borroso, efecto del agua. Veía la lámpara que colgaba del techo y el grifo de lluvia cerrado, su respiración no duraba más pero decidió quedarse dentro. Pequeños globos salían de sus fosas nasales pero el desistía de la idea de salir, hasta que un ruido insoportable lo saco de su empeño en ahogarse, al parecer un vaso cayó al suelo, lo sobresalto y con un semblante serio pero precavidito tomo una toalla y salió hacia su habitación, ahí en el suelo estaba roto el vidrio de un portarretrato, vio la foto y la arrugo botado todo eso al tacho.
-Te dije ayer que te fueras – su teléfono seguía vibrando sobre su mesita, el movimiento del móvil llego al portarretrato, haciendo que este chocara al suelo. Vio su pantalla y contesto.
-Dime Harry.
-Ron… vas a matarme por interrumpirte pero,  es de suma urgencia que llegues. Me dijeron que te necesitan aquí en un máximo de 2 horas.
-A la editorial? Ten por seguro que voy a llegar antes. Gracias por avisar.
-¿Qué dices? Bueno te espe - - - Ron corto la llamada y volvió a dejar su teléfono donde lo encontró. Se cambió y salió para su trabajo, aun sin nada en el estómago. Reviso su reloj y eran las 10 am cuando llego a la puerta de ‘La informativa’ editorial en la que trabajaba, su mirada cansina aun notaba la preocupación que llevaba cargando sobre su cabeza. El ascensor era un estrés para él, más la insoportable música clásica que sonaba. Llego y un asustado joven de cabello negro y gafas lo sorprendió.
-Ron, amigo que bien que llegaste, aunque cada vez se hace más tarde.
-Que pasa Harry habla ya – su tono cansado no llamo la atención de su amigo, por la cabeza de él pasaban otras razones de su cansancio y no quería enterarse.
-¡ES UNA RATA! NO… rata es poco Ronald – decía Harry desesperado acomodando sus gafas mientras caminaban por el pasillo – ves a tu alrededor – habían empleados empaquetando sus pertenencias, otros hablaban furibundos; las mujeres algunas lloraban mientras que otras en jefe revolvían sus papeles sobre el escritorio y vociferaban cosas que no se podían entender por las puertas y ventanas de vidrio cerradas. Ron seguía sin entender porque habían compañeros suyos en la oficina de Peter Pettigrew, director y dueño de ‘La informativa’. Le hizo un gesto con los hombros a lo que su amigo le soluciono su duda.
-SIN TRABAJO! Así estamos, esa maldita rata volvió a las apuestas.
La sangre le subió a la cabeza al pelirrojo, el consideraba a Peter como de su familia! Y ahora lo volvía a traicionar de esa manera, era más que claro que no había una solución con ese problema de su incontrolable ganas de apostar y jugar hasta perderlo todo, Ron sabía que ese tipo no era un gran jugador él una vez lo pudo comprobar, pero ese encorvado hombre era necio y no dejaba el juego hasta que su billetera dejara de sonar. Avanzo unos pasos hasta la oficina de su ex jefe! Ex amigo! Pero miro la imagen deplorable: Peter Pettigrew sobre su escritorio con los ojos rojos y la corbata suelta, susurrando ‘Lo siento, amigo’, Ron meneo la cabeza de lado a lado en negativa y se marchó; Harry le gritaba su nombre pero él no quería hablar con nadie más, menos con el positivo de su amigo.
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16 de Diciembre: ¿UN ANGEL?
-Por favor vuelve a intentar – la pelirroja dejo de poner bombillas doradas en su árbol de navidad y se acercó a la mesa, donde se encontraba su esposo.
-Timbra… sigue timbrando… - elevo su mirada hacia su mujer – nada, no contesta.
-Oh Dios mío! Harry, mi hermano no contesta, no se aparece, me atormenta eso. – sostuvo su espalda con una mano y con la otra su abultado vientre – OH! ¿Y si le sucedió algo?
-Amor, no pienses eso. Mira… las noticias malas son las que llegan primero, asi que siéntate descansa que al bebe le hará mal si sigues estresándote. Y… mírame intentando decorar este asunto navideño – dijo con una sonrisa señalando con las manos al gran árbol a medio armar.
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Las calles eran cada vez más frías, se notaba que era invierno. No tenía idea si en cualquier parte del mundo sucedía lo mismo que en esas avenidas amplias, parecía que una pequeña llovizna se iba a asomar.
La brisa movía de un lado a otro su larga bufanda marrón, que se abrazaba a su cuello. Su cabellera pelirroja era cubierta por un sombrero de los que solía usar. Le daba un aspecto elegante como el que siempre lucia, Solo que ahora el rostro de Ron Weasley cargaba una sombra que no dejaba mostrar sus relucientes dientes y ese humor sano que lo caracterizaba. Todo eso se fue.
Llego sin pensar a una fuente, una pileta. Era bastante grande, en cada extremo había ángeles con miradas hacia el cielo pero con distintas direcciones; uno mirando al norte, otro al este con los ojos entrecerrados, otro al oeste con una mirada de búsqueda eterna y otro hacia el sur con una expresión triste y desolada…
-Así me siento exactamente… triste – tomo la banca que estaba frente al ángel del Sur – estoy como tú, solo que no se si mi cara durará eternamente. ¿Dime, hay un remedio para esta sensación?
Silencio. Era obvio no? Como una estatua le iba a responder
-No lo estés. Las cosas tienen una razón de ser.
Esa voz, tenía algo que le hacia rebuscar en sus pensamientos pero, decidió elevar su mirada ¿el ángel había respondido su duda?
-No dejes que el dolor te invada, solo reúnete con Dios. El jamás te va a dejar, búscalo, él siempre te espera, él te escuchara y tu alma estará en paz.
-Me hablas? Pero esto es demente!
-No, no es demente. Se le llama reencontrarse con Dios simplemente, seguro él puede ser tu guía, solo déjalo entrar ahí.
-¿Donde? – miraba a todos lados, aun buscaba de donde provenía la voz
-En tu corazón. Yo lo hice, ahora soy una persona muy feliz.
-¿Puedo saber porque me ayudas?
-Porque necesitas mi ayuda, aunque sea mínima. Te di lo que necesitas, está en ti continuar.
-¿Y si no lo hago?
-¿Qué quieres que te diga? Que te va a caer un castigo – rio mientras colocaba uno de sus rebeldes rizos castaños detrás de su oreja – Eso no te va a pasar, si te tiene más tranquilo – volvió a reír, pero intentaba contener más risas, le parecía gracioso lo que pasaba por la cabeza de Ron.
-Debo estar muy mal para hablar a una piedra – metió la mano a su bolsillo – de todas maneras gracias – lanzo una brillante moneda a la gran fuente.
La joven se colocó de pie y salió de donde yacía escondida, detrás del ángel del norte. Aun tapándose con la gran estatua de piedra, sonreía meneando la cabeza mirando al chico que corría regresando por el camino que vino.
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18 de Diciembre: SE LLAMA ‘TRANQUILIDAD’
Ron llevaba una sonrisa amplia en el rostro, mientras pasaba los canales de la TV. Mordía con ánimos una pizza hawaiana que había pedido por delivery, entre sorbo y sorbo de un jugo de naranja para matar la grasa que consumía, se ponía a arreglar su casa. Desde que estuvo deprimido por las diversas noticias que hubo en la semana, no había hecho nada por mantener orden. Pero ayer… gracias a ese ‘ángel misterioso’ se sentía raro pero… bien, mejor que antes.
El pelirrojo decidió tomar los consejos de la voz que le hablo y  corrió, corrió, hasta que sin saber llego ahí… una iglesia, un coro de niños lo recibió mientras entraba, contemplando con asombro el iluminado sitio. Solamente con entrar sintió un alivio en su corazón tan triste, todo era muy bello allá dentro, además que el sitio ya estaba arreglado con asuntos navideños, un gran nacimiento y una estrella hecha de alambres escarchados sobre el retablo, era simplemente bello.
-Pasa… no tengas miedo hijo – una monja de cabellos crespo marrón, sostenía entre sus manos un rosario y unos cirios.
-Si… solo miraba, es muy bello el lugar.
-Pero pasa, no te quedes allá afuera, hace frio – esa monja era muy cálida con su recibimiento, aunque esos lentes grandes de vidrios gruesos, le daba gracia.
-Bueno…
-Eres nuevo en el lugar? Soy la madre Sybil, llevo en esta ciudad y no te eh visto, créeme! Mi memoria es muy grande! Puedo reconocer a los que vienen desde que tenía 20 años, fue cuando me recibí.
Ron no sabía cómo entabla conversación, pero comenzó explicándole que el nunca fue a misas, o a orar eventualmente, que él llevaba mucho tiempo viviendo en Italia, pero que ni siquiera se asomaba por ahí.
Para que descubriera ese maravilloso mundo, comenzó llevándolo con el coro de niños que estaba frente al altar ensayando las canciones para las próximas misas. Simpatizo con los niños ya que recordó unas canciones simples y cortas que aprendió con una persona muy especial en su pasado, tocar piano.
-Fue una gran noche… - suspiro y se le paso una idea loca pero, muy buena, por la cabeza – tengo que regresar.
Estaba saliendo hacia la calle pero…
-Donde queda ese lugar? – esa noche había caminado sin rumbo, así fue como llego a la gran pileta – Google Maps!
Y así fue como busco de todas las maneras posibles aquella pileta, digamos que su ubicación era una zona muy tranquila, lugar que Ronald Weasley difícilmente visitaría, él fue un estudiante muy empeñoso y excelente trabajador, pero no era de esas personas que se encerraban, sino que también se daba sus salidas; el silencio no funcionaba con él, por eso sus últimos días las había pasado mal, entre tanto silencio sin saber qué hacer.
-¡LO ECONTRE! – en la viñeta de imágenes encontró una serie de fotografías que lo llevaban a un blog, era de una mujer; se dio cuenta de ello por la descripción que coloco la persona, hasta encontró unas fotos de la iglesia que alcanzo a visitar luego. Pero no se dio mucho tiempo para revisarlas con detenimiento. Cogió las llaves de su auto y salió para el lugar.

El silencio era notable, dejo a una cuadra de la pileta su vehículo y se sentó en la misma banca de hace unos días y esperó. Pasó casi 45 minutos… o ya casi una hora, el frio se hacía presente en su mano y su cuello; salió tan rápido que ni tuvo tiempo de abrigarse.
-¿No me hablarás? – Pregunto mirando el estático ángel que miraba hacia el sur.
-Pensé que nunca me hablarías – la joven rio frotándose sus manos, ella había olvidado ponerse sus guantes de lana.
-Bueno esa vez fuiste tú quien rompió el silencio, pero ahora lo hice yo. – sonrió
-Exacto – inclino un poco su cabeza y entre las ranuras de la basta del vestido del ángel logro ver la mitad izquierda del rostro del pelirrojo, lo veía feliz – te noto feliz, te paso algo bueno, ¿seguiste mis consejos?
-Claro! Eso venía a contarte – se puso de pie y volvió a ver a su carro, nuevamente se giró de frente y se sentó – Reencontrarme con Dios fue algo no se… me dio como que… me quito un gran peso, me sentía muy cargado. Ahora como que me encuentro liviano, no hayo algo para describir… dime tu.
-Se le llama tranquilidad. Eso es lo que sientes ahora, mucha paz interior y tranquilidad.
-Tienes razón… - agacho su cabeza melancólico – había olvidado lo que era sentirse así, fue hace mucho.
-Sí, ha pasado mucho tiempo desde entonces – la joven castaña se abrazó a sí misma y levanto su mirada al cielo, iba comenzar a nevar. Decidió que era momento de irse.
-Comenzará a nevar, gracias por escucharme hoy ángel – nuevamente metió muy rápido la mano al bolsillo y saco más monedas que aquella vez – me voy, tengo alguien a quien visitar – se fue corriendo hasta su carro.
-Espera… - pero ya había avanzado hasta encontrar su vehículo
Ron juro haber escuchado su nombre, así que volteo pero… no encontró a nadie. Así que continúo. Manejó hasta llegar a un lugar que había abandonado desde que comenzó su extraña relación con Astoria, Su casa.
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20 de Diciembre - mañana: SE EQUIVOCAN
-Mi niño, vuelve mañana si? – Molly sostenía el rostro de su hijo, intentando darle todo el cariño que sentía – o si no más tarde eh! para la cena – acomodaba la chaqueta marrón de su hijo antes de que saliera de La Madriguera.
-Mamá, sé que los deje aparte mucho tiempo pero… necesito hacer unas cosas en la noche – Ron se apoyó en el umbral de la puerta.
-Bien hijo, pero no te amanezcas tanto en esas fiestas.
-Mamá no… te estas equivocando – Miro el cielo, ahora estaba despejado, solo se sentía la cálida brisa navideña – Estoy hablando con alguien que me hace sentir muy bien mamá.
-¿Una chica muy guapa será? – Ginny intervino, que se acercaba con su esposo, Harry por detrás le colocaba el saco de paño, sin cerrarlo ya que su pancita de embarazada quería dejarse ver.
-No, también estas equivocada – soltó un corto suspiro, acaso Ron Weasley no podía ser vinculado más que con chicas lindas? Aun así siguió tranquilo y saco de sus dudas a las mujeres y cuñado, que lo miraban extrañado.
-Es un ángel – sonrió – me ha ayudado mucho, no creía en esas cosas pero; alguna vez pasaron por la pileta de los Ángeles? – Nadie entendía nada – es un poco solitaria, va directo por un estrecho callejón, con salida a la Iglesia ‘Santa María della Visitazione’ – esperaba que con esa referencia entendieran.
-¡Donde me bautizaron! – dijo Fred que abrazaba a su hermana por los hombros.
-Nos bautizaron Fred, yo también estuve ahí por si no lo recuerdas – miro a su gemelo que le hacía un gesto de despreocupación.
-Imposible olvidarlo, mi cabeza dolía de tantos llantos! – decía Bill que se acercaba a ver que tanto hablaban.
-Mamá me tengo que ir – se acercó a su oído – esto ya se está volviendo algo público.
-¿Qué pasa con la Iglesia? – dijo Fred
- Nada… - dijo Ron mientras daba un beso a su hermana en la mejilla.
-No hermanito, termina de cont… AH! – Su hermano le pellizco en la mano y se acercó a su oído – no te preocupes, te contare lo que pasa pero necesito que por ahora seas discreta ¿sí?
-Au, me dolió, bien callaré, pero me llamas hoy mismo.
-¿Por quién me tomas a Ginny? No soy Luna que no deja ni un segundo de lo que sucede y sale a contártelo jaja, cuídate – se dirigió a Harry – cuídala! Esa panza está cada vez más grande.
-No digas más – se abrazaron y Harry aprovecho – que tanto misterio con ese ‘Ángel’
Ron rio y se sonrojo un poco. Se separó y lo miro.
-No se… siento que conozco algo de eso – dicho esto termino de despedirse dejando a los demás algo picados de la curiosidad por que concluyera su relato.
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Les gusto? jaja ojalá y si.El siguiente capítulo sería el ultimo. Son conjuntos de Drabbles, así que continue la Navidad! y el Año nuevo 2012 :)
Capítulo 2  - último:

1 comentario:

xylegaboury dijo...

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