lunes, 14 de noviembre de 2011

OSADÍAS DE TÁNTALO Y ARPÍA_cap3

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La música era tranquila, una orquesta filarmónica llenaba con una atmósfera romántica aquella noche de ella. Habían empresarios nacionales, internacionales, una que otra pareja disfrutaba de una velada romántica otras disimulaban las miradas y discutían sobre quien sabe que, algunos solos simplemente disfrutaban en el área del bar o en mesas apartadas. El BlueMoon siempre mantenía su porte de elegancia, pero no sabía que a veces podía acoger a personas de una categoría social totalmente diferente a su entorno.

-Buenas noches - entregaba la llave de su auto a un encargado del valle parking - Gracias. Ya sabe la hora a las 11 para llegar puntual al teatro - extendió una amplia sonrisa, se acomodó su terno y miro el gran letrero iluminado con ornamentos - BlueMoon ohlala!.

Y así ingresó a la mesa que siempre le correspondía una que se encontraba en un lugar cálido y acogedor, en la primera ala del restaurant; al lado izquierdo de él se ubicaba aquella orquesta que seguía embelesando a los asistentes. A su lado derecho más mesas, igualmente atrás de él y delante estaba el bar con esos barman que batían sus mezclas y servían a los sedientos.

-Señor Weasley va a ordenar. - el mesero que siempre lo atendía le preguntaba algo cansado.
-Oh! no no no. Pequeño Colin, porque me das ese recibimiento eh. - Ron extendió una servilleta entre sus piernas y continuo - Colin esta no es manera de recibir a un viejo amigo y cliente.
-Señor Weasley, antes de que diga más le quiero avisar que el señor Bill ha cancelado la cuenta a la que se le cargaba sus consumos y bueno... - decía el rubio algo sonrojado.
-Sh! Sh! Sh! Colin me ofendes con tus palabras. Si continuas con este recibimiento así no recibirás propina eh! - el pelirrojo hacia un ademán de dinero.
-Señor Weasley, lamento haberlo ofendido aun que no era mi intención pero... entonces eso quiere decir que usted tiene como...
-Sh! no sigas desconfiando Colin. Tengo como pagar, acaso quieres que te muestre - acerco su mano al bolsillo y el joven rubio respondió de un salto.
-No señor, sé que usted dice la verdad. Disculpe mi atrevimiento, llamaré a otro mesero para que lo atienda.
-No.-dijo muy tranquilo, era extraño que este tan tranquilo luego de haber recibió tales ofensas según él.-tú me atenderás. Además lo has hecho siempre y siempre lo has hecho muy bien, eres un hombre de buenos gustos y algún día serás alguien en la vida.
-Gracias señor. - una risa muy ilusionada corría por el rostro de aquel jovencillo- ahora mismo regreso le traeré el whisky que acostumbraba a tomar.- salió a paso veloz.
-Algún día serás alguien en la vida chiquillo... serás otro insignificante Mesero. - sonaba muy despectivo mientras giraba su dedo índice en unos adornos en el mantel.

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La joven mujer levantaba el brazo esperando a que se le acercara el mesero. El joven nuevamente tomaba paso veloz y con una sonrisa la atendió
-Buenas noches y bienvenida a BlueMoon. Soy Colin su mesero esta noche.
-Si... bien.- se acomodó su cabello y no retiraba la vista de la carta.- quiero algo ligero, no quiero excederme ya que mañana tengo pendientes, negocios. No sé si entiendas.-miro por primera vez al muchacho que se encontraba nervioso.
-OH! Disculpe tarde en reconocerla, usted es la esposa del señor Lockhart. Estudio Ingeniería en la universidad de...
-sh-sh-sh joven no le pedí que me contará su pasatiempo y no es mi esposo, es ex esposo. Lomo a la Cartagena. Eso por ahora.
-¿Por ahora?-susurro el joven burlándose de la joven castaña.
-Dijo algo? - ella levanto una ceja
-Eh... no. solo que iba a preguntarle si desea algo de tomar.
-No. Es todo por ahora – sonaba tranquila, creo que la música hacia efecto.

El pelirrojo nuevamente volvió a sentir esa incomodidad. Le molestaba que no haya nadie interesante en aquel lugar, al menos alguien que esté sola. Fleur era bella, saciaba sus necesidades sexuales pero eso fue hasta antes de la etapa de embarazo. Hace tiempo que no tenían encuentro en la intimidad porque ahora los ella andaba de un lado a otro con él bebe o en las constantes visitas al abogado a cargo del divorcio. También iba a ver formas de empeñas joyas o a pedir ayuda a sus padres. Todo fue un desatre luego del escape, pero el siempre veía la forma en la que se fugara de las obligaciones y dar paseos nocturnos con alguna joven o madura compañera.
Daba sorbos a su whisky de etiqueta negra, mientras seguía paseando con la vista hasta que alguien llamó su atención. Colin le servía un suculento plato de Lomo, eso parecía, desde donde estaba no veía muy bien que era pero si la veía muy bien a ella.
Llevaba un vestido dorado con unas sandalias altas y eran de suela roja.

-Christian Louboutin, esos usaba Fleur… ya no más.

La seguía mirando recorriendo la cortada que dejaba ver un poco de su pierna lo cual no le tomo importancia hasta deslumbrase por una pulsera muy fina en su mano izquierda, ella estaba de perfil en frente de él. La chica se echó para atrás para ponerse la servilleta en la falda y le permitió una agradable vista al pelirrojo, encima de su provocativo escote llevaba un collar de escarlata muy carísimo, se acordó de una de las últimas salidas que tuvo al centro comercial y paso por una joyería con una de sus tantas conquistas y el precio, el precio fue lo que más le gustó.
Colin termino de atender a Hermione y se dirigió nuevamente a la mesa de Ron, él lo había vuelto a llamar.

-Señor Weasley, no hace falta que lo diga. – venia agitado por el paso ligero de una a otra planta.
-Haber y según tu qué es lo que te voy a preguntar. – se reía al ver que el chiquillo no había olvidado su mañas de galán.
-La señora que esta allá es nada más y nada menos que Hermione Lockhart.
-Ahh… -la miraba sobre el hombre del joven. – ¿señora? Es casada entonces.
-Pero eso no es impedimento para usted.- dijo el joven tomándose confianzas mientras que se ponía a su lado para verla también. Ron lo miro de lado y el rubio se colocó serio y en su poción.-Disculpe.
-Hay! Colin eres muy atrevido, de eso no hay duda pero también eres muy intuitivo.-Acomodaba la servilleta en la mesa y se puso de pie.- Está comiendo Lomo no?
-Sí. Lomo a la Cartagena.- Ron le indico que le llevara en 3 minutos un vino con especificaciones claras, él le haría la seña para que la sirva.

Y así decidido se acercó a la mesa de la castaña que degustaba de su plato como si se tratara de algo que tuviera que durarle eternamente.

-Mmm... Que delicioso aroma. - la castaña solo prestaba atención a su plato pero empezó a escuchar atenta lo que el hombre de atrás decía. - no sé si será de la comida o de tu aroma de mujer. - ella rió pero luego puso la cara seria para pararse frente a él y decirle unas cuantas cosas.
-Perdón? - se cruzó de brazos.
-Oh si claro desde luego la perdono, pero de qué? de ser tan bella? - Hermione intenta disimular sonrojarse del chiste y encanto que le provocaba aquel hombre en un terno que le caía a la perfección. Pero disimulo.
-Si no se retira de aquí llamaré a seguridad para que lo saquen por acoso. Usted no tiene idea de quién soy yo por lo visto.
-Oh, no hay que llegar a extremos. Y si, la conozco usted es Hermione Lockhart, esposa del empresario multimillonario Gilderoy Lockhart. Imposible no conocer a una persona tan insigne como usted.- tomó su mano entre la suya - permítame presentarme soy Ronald Weasley. Y bueno si usted no ha escuchado de mi - cosa totalmente falsa porque Hermione guardaba como tesoro una de sus listas de los hombres de Oro, era muy meticulosa en ello. Se tomó la molestia de escribir los nombre de los más poderos e influyentes de cualquier parte del mundo y cuando el mencionó su nombre, vio que una puerta de seguras oportunidades se le abría.- Soy exportador de Pisco aquí en Perú y en otros países, pertenezco a un Gremio muy importante, a la vez trabajo con los Delacour quienes, bueno - se acomodó su camisa - solo se encargan de la distribución. - beso su mano - encantado.
-Igualmente - soltó de su mano - No lo conocía - mintió - paso tiempo fuera, apenas y llevo un día aquí.
-Puedo sentarme con usted.
-No lo creo.

Ron rio, al parecer esa mujer era encantadora pero muy difícil de convencer. El creía que se estaba llevando una gran mina al bolsillo pero lo que no sabía es que esta chica era una joya igual de barata que él.

-Oh. Vamos belle mujer - ahí estaba el y su francés - solo conversaremos, prometo no hacer nada más.
-Bueno... está bien siéntate - estaba a punto de tomar asiento pero él se acercó y la ayudo - gracias.- el aprovecho que ella agacho la cabeza así él pudo hacer la seña al mesero con su mano. Colin meneaba la cabeza y agrego 'Ese señor jamás cambiará'.
-Antes de que continúes... llámame Hermione y si vas a llamarme por mi nombre completo que sea Hermione Granger.
-Oh bien Hermione Granger - dijo con tono melodioso - te recomiendo que a ese esquicito Lomo lo acompañes con un vino de buena reserva que tal uno español, "Dinastía Vivanco" - y explicaba al paso que Colin traía una de dichas botellas. El joven lo dejó junto con 2 copas para la ocasión y se retiró.
-Señor Weasley usted lo tenía todo previsto al parecer. - decía mientras se limpiaba los labios tras haber masticado el bocado que llevaba.
-Bueno siempre es bueno creer en que tendrás éxito en todo, si no tu y yo no estaríamos donde estamos, o ¿no? - le lanzo una mirada que cualquiera podría entender un doble sentido, pero ella decidió en enfocarse en no creer n esa demente mirada y él en no perder de vista ese collar que a gritos le pedía 'llévame y empéñame para poder comprar más y más ternos' - y bueno, si yo te voy a tutear, pues has lo mismo. Dime Ronald, aunque preferiría Ron.
-Ronald está bien - que difícil.
Hablaron de uno y otro tema, todo de trabajo. La verdad que a muchos les aburriría pero a ellos... ellos estaban en su mundo de telarañas, tejiendo y tejiendo una y otra mentira sobre otra mentirota. Que barbaros no se cansa. Ya marcaba en el reloj de aquel local las 11:30pm y habían bebido considerablemente. Podrían hablar con franqueza.
-Oye... RRRonald. Tienes esposa?- preguntaba la castaña señalando la mano de él.
-No mi queridísima Hermione, eso no es lo mío. Yo soy de todo y para todo, no me centro en alguien en especial. Porque la pregunta?
-Es que tienes tantos anillos que - levanto su hombros - bueno! solo quería preguntar.
-Anillos? pero si solo llevo 2? - y ahí se dio cuenta que esa joven estaba ebria, podría quitarle las alhajas de a una y largarse de ahí ahora mismo. Pero no. Ella toco su mano e iba pasando sus finos dedos por los gruesos de él.
-1... 2... uy! se escapó! jajaja - lo miró a los ojos y se quedó cayada. El también sintió algo extraño, no sabía que decir o que hacer. Ella decidió tomar la iniciativa en hablar. - La cuenta! - grito levantando su mano tambaleante. 
-No... yo pago, no quisiera que pienses que me aprovecho de ti. - ella lo miro de lado y vio como Colin llegaba con la cuenta.
-Voy al baño, necesito arreglarme un poco, este vino creo que me cayó mal. - dijo levantándose con la infinita caballerosidad de Ronald Weasley.
-Pero no necesitas arreglarte, si así como estas eres bella. De lo bella que eres podría encerrarte en la cárcel.
-¿Por qué?
-Porque tu belleza es un daño para los hombres de corazón y vista sensible como yo. Me matas con tu encanto. - Frase que llegó a escuchar Colin quien contuvo la risa pero no una irremediable sonrisa. En cambio Hermione parece que riera por él sin parar.
-Ya vengo - se fue al baño de mujeres sin dejar de reír, se ventilaba con la mano de lo mareaba y abochornada que estaba.
-Mujeres como ella son valiosas no señor Weasley?
-Ni que lo digas querido Colin. - el chico le sonrió y le paso la cuenta.
-Uhhh... wow! gastaré ahora pero luego seré recompensado.
-Suerte la de usted señor Weasley.
-Otra vez tienes mucha razón.
-Y... cuál es la siguiente parada - pregunto Colin con una sonrisa picara
-Mi departamento. - dijo Ron poniéndose de pie - pero no es lo que piensas jovencito. Todo lo contrario, quiero dormir, ah sido suficiente por hoy pero! mañana concreto esto, así que encárgate de guardarnos una buena mesa - miro a su alrededor - Puede ser esta, si!. Mañana tomaremos Champagne y algo de Caviar, quiero sorprenderla!
-A quien vas a sorprender, Ronald Weasley - Hermione se meneaba mientras se acercaba a la mesa y levantaba una ceja formulando la pregunta.
-Bueno... simple! Sorprenderé a unos inversionistas, me gustaría que vinieras para debatir unos temas. Sería interesante que me acompañaras, aquí mismo.
-Imposible - dijo la castaña mientras que buscaba algo en su cartera.
-Colin - carraspeo un poco. El camarero se fue riendo por lo bajo, al parecer el plan de Ron no iba a funcionar.
-No debiste botarlo... además tengo mis razones para decirte que no.
-¿Se podrían saber?
-También tengo una reunión, de la cual me tuve que excusar cuando fui al tocador.- las orejas de Weasley estaban más que atentas- tengo un negocio importantísimo, compra y venta de un local para negocios personales. - lo dijo en un tono que daba a entender que le daba una previa de a noticia, pero no el premio completo.
-Mmmm... Mujer de negocios, linda, que digo linda. Bellísima, con una sonrisa deslumbrante... dime que mas escondes porque no me moveré de aquí hasta saber todo de ti.
Ella rió y volvió a la búsqueda en su rostro.
-Mi tarjeta. - Él la tomo con 2 dedos y sin quitarle la vista a ella, olfateo el trozo de cartón que llevaba. - tiene tu aroma... es un Carolina Herrera.
-Wow! correcto - dijo sorprendida
-Hermione Granger... - volvía a repasar su vista por la información impresa. - Porque Hermione Granger y no 'Lockhart'
-Es una historia larga de contar. - dijo cerrando su vanité lista para irse.
-Señorita Lockhart - ella volteó y vio al chofer de la limosina. Rodo lo ojos, no podía regañar a aquel tipo frente a Ron, hasta ahora todo iba bien y no podía arruinarlo con su carácter engreído.
-Me podría esperar un momento afuera por favor - el chofer giro y se fue - Bien, me voy.
-Ha sido un gusto haber encontrado a una mujer tan encantadora y misteriosa como usted señora Lockhart. - ella abrió sus ojos muy grande y él solo se acercó a su mejilla con un provocativo beso y luego le susurro - Hasta que no me cuente que hay de su nombre, lamento informarle pero para mí usted es Hermione Lockhart.- luego de su mano sacó una tarjeta blanca que se la colocó en la parte baja de la espalda por debajo de su vestido, lo cual provoco que a Hermione se le erizara la piel.
-Que te pasa! - lo empujo un poco murmurando entre dientes. Él solo se estabilizo y cogió camino dejando a Hermione algo acalorada.
Giró sobre sus pies y mando un beso volado y siguió caminando.
-Atrevido baboso! – estiraba sus manos hasta su escote en la espalda y lograba sentir algo puntiagudo; una mesera pasaba por ahí y vio las dificultades que tenía la castaña.
-Señorita la puedo ayudar.
-NO. – Seguía rebuscándose – bueno ya, está bien. Pero se discreta. – la chica no demoro mucho en sacar lo que el pelirrojo había depositado - Dame eso! – le arrancho a la chica la tarjeta.
-Que tenga buena noche señorita.
Hermione ignoro por completo a aquella chica.
“BlueMoon trajo a mí un estupendo tesoro, será nuestra noche de luna. Una que recordaremos y que no saldrá jamás de tus pensamientos. Llámame…
PD: discúlpame por lo ultimo pero… no me pude resistir te ves hermosa.”
Terminado de leer ella mordía su labio inferior y corrió muy rápido hasta la puerta del restaurant, y solo se encontró con su… bueno la limosina de Gilderoy, los de seguridad y una camioneta plateada en marcha. No tuvo más remedio que entrar en el vehículo negro y dirigirse a descansar de aquella acalorada noche.

Mientras tanto en la camioneta plateada, Ron reía triunfante de aquella hazaña.
-Eso último nunca falla.- meneaba su cabeza al son de una canción en su iPOD.

No todo fue mentira en aquella noche, comencemos con quien…

Con Ronald Weasley: acostumbrado a encantar y calentar a mujeres de toda condición, casadas, solteras, viudas, divorciadas,  chiquillas, jóvenes, maduras que mas importaba mientras fueran mujeres y saciaran lo que no tenía por parte de Fleur. Sintió que con ella, Hermione debía ir más despacio, aun que al último no se resistió y se excedió, dijo mientras reflexionaba. Ella se veía distinta y claro que sí! Pues ella no era las chicas con las que normalmente trataba cuando vivía con su padre Arthur. Ellas eran de clase social única y exclusiva mientras que Hermione era una pobretona cubierta de alhajas. El percibía algo en ella, algo que el también sintió algún momento. Incomprensión.

Hermione Granger: ex esposa de Gilderoy Lockhart, ya la mencioné, ella era una interesada hasta la ultima partícula de su ser. Carecía de educación en la mesa y vestir antes de entrar a trabajar a LockWorld. Su interés en los hombres mayores y con dinero se desvaneció al punto de desaparecer en sus objetivos cuando Gilderoy no le pudo cumplir en la noche de bodas. Estaba cansado y no contaba con el ánimo con el que lo conoció cuando tenían sus aventuras en la oficina. Su dardo sediento de llenar su carte y chequera apuntaba a los más jóvenes, hasta un momento tuvo fantasías con el joven Kennal o Toby, que mas daba ambos eran millonarios, no contaba con que sean familia. Eh ahí el carácter extraño de Kennal, el no había podido resistir a los encantos y hormonas calentonas de la castaña que la noche en que Gild y Hermione regresaron a casa, ellos tuvieron una aventura muy pasajera. Era una puta! No no no, las putas no tienen dinero, ella simplemente era una oportunista con buen gusto.
Ronald la había deslumbrado, pero no quería confundir las cosas tan rápido, Gilderoy también la había deslumbrado. Pero Ron también le transmitió esa incomprensión. Aun sabía pocas cosas de él pero sentía como si estuvieran hechos de lo mismo. Ella deseaba que ese parecido solo fuera en la cama y por los buenos gustos... Pero mas no! Por el origen…

Y es así como en repartidor del destino, manejó las barajas. Y las puso de esta manera para que entre ellos se consuman, hasta quedarse sin nada…

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CAP4: http://

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