2°ONEshot "Eternamente Hermosa" [HALLOWEEN]

Esta es una historia Clásica tal vez la mayoría de ustedes la habrá leído o visto en Youtube ‘La chica de la curva’; solo que a mi me gusta hacer nuevas adaptaciones. Por lo que mi versión será con varios cambios, desde un inicio.

Quise aprovechar la noche de Halloween aun vigente en Latinoamérica porque en Europa y Asia ya es 1 de Noviembre.Saben cómo trabajo aquí! Así que les presento es ONE SHOT de terror con mis personajes favoritos ‘Ron & Hermione’.

ADVERTENCIAS: puede ser una historia algo fuerte al final, por lo que no me responsabilizo de mis lectores sencibles (no puedo dar adelantos pero la parte fuerte es al final).
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El negro va con todo, en especial con esos ojos azules que reflejaban el frio de aquella noche, el joven pelirrojo llevaba su chaqueta de cuero y un polo singular con un diseño simple alusivo a la fiesta de hoy, Halloween. Unos jeans algo rasgados para su gusto y unas converse con la bandera de Reino Unido en ellas.

En su carro un Ford Anglia celeste iba rumbo a una de esas reuniones donde el alcohol es el principal protagonista y el sexo indudable compañía. Con una sonrisa socarrona en su rostro manejaba tarareando unas canciones de Michael Jackson que sonaban en el estéreo. Ya la luna estaba en su punto más alto y la neblina corría presurosa en la alta montaña a la que se disponía a subir ese pequeño y fortachón auto.

Parecía pesarle los años a este auto, pues cada vez que subía demoraba más y más…

-Mierda! – las luces de aquel auto se iban desvaneciendo ya casi para bajar esa montaña, muchas curvas habrían mareado al pequeño amigo de tantos años de los Weasley que decidió tomar esta ruta como su último destino.

El pelirrojo tenia frio y algo de vértigo pues se encontraba solo en aquel monte, tendría que bajar pero la niebla poco permitía ver, golpeo furioso el volante del auto y se decidió a salir del auto, parado a mitad de camino recordaba la ruta que lo llevaría a casa de su amigo, si caminaba un poco más, hacia un cercado de cemento donde se hallaba una estatua de un mártir de la historia montado en un caballo que tenía pintones en su base con grafiti, tal vez de algunos vándalos que querían expresar su arte callejero; podría divisar una amplia casa a lo lejos, muy muy lejos donde era la fiesta.

-¿Caminar hasta allá? – alzaba su mano esforzando su vista para alcanzar ver algo más, solo veía luces estrambóticas titilando mientras que otras casas cercanas estaban a oscuras pues normalmente a las 11:10 pm ya era hora de dormir. – llegaría sudado y apestoso, no!

Decidió regresar a su auto y puso un poco de música para relajarse, su celular comenzó a sonar y sin dudar contesto.

-Ron! Donde carajos! Andas? – un ebrio Harry hablaba por teléfono – Mi s padres me matarán, me han hecho beber cerveza y casi mitad de los invitados están en la piscina, SOY HOMBRE MUERTO!!!

-Harry! Harry! Déjame hablar, escúchame ando en el cerro Calabro, el que tiene una estatua en la cumbre, me oyes?

-Ron!!! Tu hermana! Tu hermana! La voy a matar! Sabes lo que está haciendo con las cortinas? No querrás saber Dios bendito – se dirigió a la pelirroja con teléfono en mano. – Ginny! Cúbrete tus… Ron! Apúrate! Llega rápido que esta fiesta es un descontrol y ni siquiera has llegado!

-Es mi hermano con quien hablas bebe? – hablaba Ginny cogiendo el celular.

-Ginny? Se puede saber qué demonios haces desnuda en media fiesta? – el pelirrojo descontrolado se sujetaba la cabeza con desesperación mientras volvía a salir del carro y se apoyaba sobre el techo de este. –Ginny!

-Que! ¿Acaso me estás viendo? – la pelirroja acercaba su vista en uno de los auriculares del teléfono, e incrédula movía la cabeza- no! Hermanito, estos huequitos del teléfono son muy chiquitos, imposible que me veas por aquí!.

-Ginny! Ay Dios!, hermana hay alguien sobrio por ahí?

-Zorra? No me digas zorra que no te eh insultado!

-Sobria, Ginny que no halla tomado ¿hay alguien por ahí?

-Ah…. Eh sip! Neville pero está besuqueándose con Pansy y con Mildred? Si es ella wow! Se ve lindísima! – en ese instante ella echo un silbido.

-Au! Qué demonios hace el con ellas?, porque tan tarado deje ir a mi hermana con Harry? No estaría aquí – pensaba el pelirrojo, no se percató que era observado por unos grandes ojos naranjas brillosos un iris largo y negro, un pelaje largo y frondoso color naranja también, el gato cayo saltando en frente de él y con un ‘Miau’ lo espanto! A tal punto que dejo caer su celular repartiéndose en pedazos por la fría superficie del cerro.

-Ah!!!! Solo eso faltaba, maldito gato! Baja de mi carro! – le señalaba mientras veía como se estiraba y erizaba su pelo con una cola erecta y ojos amenazantes.- Oh no! Este celular ya no sirve, demonios! Primero el carro, después mi celular ahora qué sigue?

Y como resultado del destino un fuerte soplón de viento hizo que sus bellos se erizaran mirando con ojos dudosos a aquel gato rechoncho que no quería bajar de su carro.

-ah! No! Gato! Bájate de ahí ya mismo – se sacó la casaca y lanzaba de ella hacia el gato haciendo sonidos con su boca.-Baja ya! Bájate!

‘crack’

El pelirrojo dio un saltito asustado por aquel crujido, alguien podría estar cruzando el cerro a esas horas, habrías 10 casas contadas después de este cerro. Y la de Harry era la única habitada imposible que alguien se atreva a cruzar a las…. Miro su reloj, las 11:35 pm.

-Porque me imagino cosas? Aquí no pasa nada, Es obvio! Aquí no va a pasar nadie y yo sin celular!

Le aterrorizaba la idea deambular solo en la oscuridad, pero no tenía otra opción, decidió no tomar en cuenta al gato en su techo y entro a su carro decidido a hallar algo para iluminar su próximo camino, en su guantera hallo una linterna, fósforos y cigarros fue lo que encontró. Había un cortaúñas y una lima puntiaguda de Ginny la cual la llevo en mano por si necesitaba defenderse, pero de que… habría algún peligro tras esa gran capa de neblina?

Se burló de su propia estupidez pero aun así no soltó aquel filudo objeto y lo coloco en su bolsillo trasero, no era un lugar donde hallaría osos y pumas salvajes, pero si gatos! Y vagabundos. Se repetia asi mismo que tuviera valor, estas coassa suceden, pero luego salía negativo con un ‘pero justo a mi! Y a esta hora!’

Un paso y luego otro inseguro y retrocediendo un poco comenzaba un camino algo confuso entre la bajada de este cerro miraba hacia atrás pero cada vez divisaba menos de su carro.

-Mi padre va a matarme por dejar el carro aquí.

Una brisa gélida pego en su rostro y otra vez un ‘Miau’ lo alboroto, solo llevo una mano a su pecho y continuo, aunque algo molesto miraba al gato que no dejaba de analizarlo a la vez que marcaba paso a unos metros de él. La linterna apenas alumbraba por lo que decidió prender un fosforo y apagar el artefacto. Sostuvo en mano un cigarrillo y inhalaba botando lentamente el humo por su boca… giro hacia la izquierda en dirección ya alejada de su auto, miro a la derecha camino que debería seguir y miro al frente un gran precipicio que mostraba la activa casa de su amigo a lo lejos.

Ese gato marrón ahora a su vista seguía frente a él, ahora estaba detenido mirándolo fijamente, podría estar alucinando pero podría asegurar que aquel gato quería decirle algo. El gato se paró, meneando su frondosa cola haciendo que el pelirrojo lo siguiera con la mirada el rio y volvió a caminar, prácticamente siguiendo al gato. El rechoncho animal maullaba como si hablara algo, el corazón del joven latía normal hasta que el animalejo pegó un grito muy fuerte corriendo sin rumbo casi desapareciendo entre la neblina.

Lamentos se oían a lo lejos, el joven de los ojos azules dudaba en avanzar o retroceder hasta refugiarse en su carro. Se dispuso a armarse de coraje y empezó a cantar la canción de Michael Jackson que tanto le gustaba y venia escuchando ‘You make me feel’

Tarareaba y se meneaba de un lado a otro con la linterna en mano agachada de tanto en tanto agudizando su oído percatándose que aquel sollozo bajaba de nivel. Una alegría estúpida lo invadió, tal vez era un reacción muy infantil pero era un alivio no escuchar a esa bebe, que su mente formaba, estaba llorando.

Se detuvo para observar a alguien, un resplandor? O un gran manto era algo acolchado, la  verdad desde esa distancia no veía muy bien que digamos, se iba acercando más, haciendo que esta… este… no sabía! Volviera a sollozar. Analizo y concluyó en que si dejaba de cantar lloraría, si volvía hacerlo estaría en silencio, así volvió a cantar y lo desconocido cayo en silencio.

No sabía si rodearlo a aquel bulto o detenerse a verlo más de cerca pero, paso su mano por su bolsillo trasero sosteniendo la lima con mucho cuidado pero se llevó una sorpresa al ver a una muchacha, llevaba un abrigo abultado de polar blanco muy chico con un vestido brilloso rosa pálido y unas botas grandes y salpicadas de bolitas oscuras.

Era una mujer esbelta, muy linda ahora que se acercaba… él se había detenido al cantar. Por lo que ella rápidamente giro su rostro hipnotizándolo con sus ojos acaramelados.

El dio una pasada rápida, admirando su bello rostro con lindas facciones y adorables pecas es su fina nariz, la chica miraba extrañada al pelirrojo.

-Disculpa por apuntarte así con la linterna. Veo que te hiciste daño en la pierna, te ayudo a pararte? – la chica solo atinó a decir si con la cabeza. – Vamos no me tengas miedo, créeme soy más miedoso, sabes cuánto demore en llegar acá, todo por un estúpido gato.

La joven se molestó y golpeo su brazo.

-Au! Para ser una chica golpeas muy fuerte.- de pronto vio como el rechoncho gato se paseaba entre las piernas de esta chica, ella se agacho dejando ver sus fuertes pero hermosas piernas. Él era hombre por lo que no se resistió a ver y darse cuenta que debajo del vestido de brillos llevaba un bóxer también con brillos, solo soltó una corta risa y giro su cara hacia otro lado. Ella cargo al gato y acariciaba su pelaje. – Es… es tu gato? De razón me golpeaste.

Ella sonrió al tiempo que una brisa movía ligeramente su corta cabellera.

El miraba su cabello, era corto y tenía algo extraño.

Ella lo miro y paso una mano por su corto cabello y lo miro extrañado.

-No… eh… tu cabello es lindo. Corto y lindo es una buena combinación. – sonrió.

Ella volvió a sonreír y ella se sentó en la misma roca que hace un tiempo le sirvió de refugio.

Llevaba un brillo labial que iluminaba como chispas sobre su fina boca. Él la contemplaba, como una chica tan bonita estaría por ahí y sin temer a que pasara tan tarde, se detuvo en sus ojos almendrados que podía contemplar frente a la luz de la luna que bañaba por completo el rostro de ambos, era extraño, la niebla se iba disipando, el encontró otra roca por lo que decidió sentarse también. Se había olvidado tal vez de la fiesta, él ya tenía una fiesta hecha mujer, llena de sorpresas ya que aún no escuchaba su voz…

Volvió la vista los globos almendrados arriba de su pómulos sonrosados, ese par de ojos no eran de este mundo se aseguraba en su mente, la dirección a la que miraba era infinita, no tenía un punto fijo.

Recordó que la había encontrado en el suelo y rompió el silencio.

-M e llamo Ronald, mis amigos me dicen Ron. Estaba por ir a una fiesta, tu luces como que vas a una fiesta, te has perdido en el camino? – Espero a que le contestara pero nada…- estaba inmóvil, hasta que dejo caminar a su gato, parecía ser su gato para tener tanta confianza con él. – Tu también me puedes decir Ron, no tengo problema con ello.-volvió a mirar sus ojos y sentía esa sensación de que el corazón se le encogía, se le podría salir el corazón por la boca de tan presurosa carrera, era aterrador lo que esa chica le provocaba.

-Soy algo atolondrado no?- por fin! Ella volvió a verlo y negó, regresando su mirada hacia la nada- porque llorabas? – la chica comenzó a sollozar de nuevo y él quería calmarla y no sabía cómo, empezaba a temblar, cogió su hombro dándole conforte y sintió como si electricidad corriera por su cuerpo, no sabía si de frio del ambiente o el frio de su cuerpo. – Dios! Oye… estas helada? – se quitó su casaca y se la coloco sobre su pequeño abrigo de polar.

Aturdido se dio cuenta que había quedado frente a frente de aquella bella y castaña mujer. Por cuanto tiempo…. No importaba, pudieron ser segundos… horas… él estaba arrodillado frente a ella casi colocando su chaqueta en su cuello.

Ella parpadeo rompiendo aquel hechizo que navegaba sobre ellos conjurado por eso ojos ambarinos. El parpadeo también para aclarar su mente y en un hilo de voz soltó.

-¿Quién… eres tú?

Ella volvió a mirarlo inclinando ligeramente su cabeza como intentando envolverlo con su encanto superficial y contesto por primera vez.

-Me llamo Hermione – una voz muy linda, un poco ronca, tal vez por el frio se planteó. Un volumen bajo que hizo que se iniciara una conversación entre susurros.

-¿Qué haces aquí?, no crees que es muy tarde?

La joven lo miro en silencio e inclino su cabeza hacia el otro lado sin parpadear, volvió a hablar.

-Caminar… Necesito llegar a un lugar y debo caminar. Pero no tengo – parpadeo -…luz.

Ron trago saliva, esa mujer le provocaba algo extraño, una rara sensación, sin embargo él se aferraba a la idea de que todo era mejor que andar solo por esa carretera.

-Bueno… tengo una linterna. – Se froto las manos, nervioso no sabía si Hermione accedería que él, un desconocido la guiara.- Te golpeaste por la falta de luz no?, te duele? – silencio… y luego negó. – bien… entonces…

Ella parpadeo nuevamente y se puso de pie. Ron entendió y prendió su linterna, caminando rumbo a la falda de esa carretera en el cerro Calabro.

Hermione caminaba detrás de él, a cada tanto Ron se giraba para ver si aún seguía ahí pues no conseguía oír sus pasos. Las pisadas de las converse del pelirrojo roncaban en el suelo áspero retumbando en aquella madrugada ya, fría y silenciosa; Hermione… ella era como un espíritu.

No había diferencia entre estar solo y acompañado, al menos acompañado por aquella extraña y bella mujer. No hablaba, no volvía reír, hasta podría alucinar que no respirada, sus ojos almendrados como asteroides de algún planeta. Giraba nuevamente su cabeza para preguntarle a la joven castaña si quería caminar mejor a su lado, pero ella se negaba; así fue varias veces de intento y nada…

No quería volverse loco por lo que volvió a cantar esa canción que lo mantenía en sintonía con la tierra. El frio aumentaba y el dudoso miraba a su compañera pero veía que esta era inmune al clima por lo que se planteaba que ella fuera un espectro o u alma abandonada, una maldición envuelta en carne bella, No era humana! El solo hecho de concebir esa idea lo aterro hasta el susurro:

-Este cerro es tranquilo de noche.

El resoplo, que alivio sentía al saber que volvía a hablar la bella joven de los ojos caramelos.

-Si… y muy oscuro también, ¿Crees que nos queda mucho camino?

Nada… no hubo respuesta, decidió susurrar su nombre para atraer su atención.

-Queda poco camino… pronto llegara la medianoche. Y a media noche estaremos más allá del cerro.

-¿Cómo lo sabes?- trago saliva

-Lo estoy. Conozco este camino muy bien – alzo su barbilla dejando ver su fino y provocador cuello – Lo recorro cada noche…cada noche.

Eso ultimo saco al pelirrojo de su fantasía sonando ronco.

-¿Por…porque?- pregunto con curiosidad.

-Parece eterno… no? – ahí giro su cabeza hasta dar con la mirada del chico.

-Eso parece…- él le sonrió y se atrevió a decir. – tan eterno como tu belleza.

No demoro esta vez en responder y dijo – Lo sé. – Dejo vagar su mirada y continuo – se también lo de tu vehículo. A este cerro no le gustan los vehículos, esta noche siempre es lo mismo… porque nadie lo comprende?

-¿Qué? Explícame. Yo lo comprenderé.

-Ya es casi medianoche. – Lo interrumpió – y las luces que ciegan volverán.

Ron dejo de caminar y la volvió a ver, decidió romper el hielo que construyo Hermione.

-Eres brillante! Con esos ojos tan bellos y almendrados, pero a la vez eres escalofriante. – Ella sonrió, era una sonrisa muy provocadora señalo con su dedo índice el camino. Ron giro hacia atrás y vio que estaba a poco menos del final de esa carretera empinada. Lleno de felicidad intento sujetar la mano de la castaña para correr llenos de felicidad, la sostuvo de la cintura al encontrarse en medio de la pista iluminados por los faros amarillos de esa calle. ¡Por fin festejaría ese día de fiesta!¡Se acabó el terror y la pesadilla de aquel cerro!

La chica se soltaba casi a fuerzas de él y lo miro fijamente a los ojos a unos metros de él.

-No es seguro aquí… - miro a todos lados – no podemos permanecer aquí, a medianoche todo es peligroso.

-Si… bueno ya! Pero… ven conmigo, vamos te vas a divertir. Es Halloween, y hay bebida, comida, tengo hambre, quiero bailar… quiero bailar contigo.

-Por culpa de las fiestas es que todo aquí es peligroso. – sus ojos abiertos parecía que en cualquier momento se saldrían de sus orificios. Ron podía ver mejor a la chica ahora, la veía mas pálida, cosa que lo asusto.

-¿De qué hablas?-Respondió cortante le pelirrojo, se notaba el miedo en su voz.

Ella clavo sus ojos en él y continuo – La gente no es consciente de lo que pasa a esta hora, te queda poco tiempo, vete. Vete ya.

-Si no vienes conmigo, no me voy. Como dejarte aquí? Si te sucede algo no me lo perdonaría.

Hermione no se movió durante 10…9…8…2…1… suspiro y finalmente respondió con una voz tan seca pero demente que retumbo en los oídos del pelirrojo.

-Ya es medianoche. Tu destino está escrito.

- ¿Qué…?-musito el pelirrojo.

Ella comenzó a caminar en dirección hacia él. Ron hechizado por sus ojos no tuvo tiempo a reaccionar. Coloco sus manos en su cintura y le dijo al oído como un susurro.

-Querías que estuviéramos juntos? … así será… y será para siempre…

Sostuvo ahora su rostro entre sus manos y comenzó a succionar sus labios en un beso muy fuerte y sensual que lograba despertar pasiones escondidas en aquel vivaz muchacho. Él era muy hábil con las chicas, pero ese beso de Hermione lograba debilitarlo por completo.

Ella saco su legua y delineo los carnosos de él haciendo que botara un gemido y debilitado se recostara en un faro de aquella calle, ahora su cuerpo ya no se movía, solo ella era la que realizaba todo tipo de labor estimulando y acelerando los latidos cardiacos del pelirrojo, subió una pierna enredándola con la ancha cintura del joven rozando sus miembros sobre sus prendas. Sus manos frías recorrían su abdomen y espalda a gran velocidad haciendo que la presión del joven se volviera alta, la respiración pesada y cancina alteraba sus nervios, no se podía controlar ante aquel encanto de mujer. Era como un demonio!

La vista se le nublaba y ella seguía besando de forma feroz, pasó sus manos sobre sus parpados y lo forzó a mirarlo, ella clavo sus ojos en los azules de él y entre lamidas, beso y mordiscos le decía

-Eternamente juntos…- lo boto, dejando al chico mareado y atolondrado casi gateando intentando pararse. Ella reía mientras retrocedía sin perder contacto visual con él. – te dije, todo a esta hora se vuelve peligroso.

-auuu…xi….- caia el cuerpo pesado, parecía que en ese beso Hermione se hubiera llevado el alma de aquel chico

-No… Ron.. aquí te quedarás, solo espera y estaremos juntos como querías, eternamente juntos.

-Her…Mione…

-shh… 5, 4, 3, 2,1… - arriba en el cerro el Ford Anglia se soltó del freno que llevaba, corriendo a gran velocidad, Ron solo escuchaba el canto de Hermione y veía como una luz cegadora de los faros de su auto se hacía más grande y grande y ahí recordó: ‘La luz que enceguece’

-Aquí mismo he muerto… un chico que admiró mi belleza al igual que tú, no vio lo que sucedía a su alrededor y acabo con mi vida. – Camino peligrosamente hacia el cuerpo casi moribundo del pelirrojo y se arrodillo y susurro frio – dejándome así… Eternamente Hermosa…

Soltó una risa que se llevaba el viento de la madrugada de un 1 de Octubre, frio igual que el día de ayer.

Esa mañana la familia Weasley lloraba la muerte de su hijo Ronald Weasley, los cientos de amigos invitados a una noche de Halloween, llenaron su rostro de lágrimas que horas antes estaban llenas de pintura y crema de chocolate; pasando a celebras el día de fiesta a un día de los muertos.

- Fin -

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PD: Hoy es el día de los que partieron y tambien el día en que mi abuelita partio a un lugar mejor ♥ que quiero muchisimo Isabelita :) Espero y ustedes tambien recuerden a sus seres queridos.