SOÑE CON HERMIONE_cap 6

Feliz porque cada vez tengo tiempo extra para dedicarme a ustedes, chicos...chicas... gracias a los que me pueden comprender, estuve pasando por tiempos dificiles (eso sono a harry jaja) pero bueno agradezco a Dios que ya pasó. arrancamos nuevamente con el 6° capi del Lemon fic de mi amiga Vindy :) besos niña! sin ti esto no sería posible.
Otra cosilla mas: GRACIAS! a #ElArquerodelaLuz por lo de los audios, este capítulo va para ti. espero que sea de tu agrado.
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CAP 6- LA FANTASÍA DE UNA CHICA

Estando ya en su dormitorio, Hermione se puso su pijama y soltó su cabello. Estaba muy mojado pero con un toque de su varita hizo que se secará. No le había dado tiempo ni de hacer eso cuando salió al llamado de su profesora favorita. Sacó de su mochila su cepillo y comenzó a peinar su cabello, y se hizo sus dos típicas trenzas para dormir. Cuando estuvo acostada no podía dejar de pensar en lo ocurrido minutos anteriores en el baño con uno de sus dos mejores amigos. Seguía cuestionándose qué era lo que realmente sentía por Ron. Ella se sentía muy atraído por él y ahora más que nunca, ya que después de haberlo visto solo en toalla, y haber sentido aquel pecho, no podía negar que Ron le fascinaba. Siguió pensando en él gran parte de la noche hasta que por fin se entregó a los brazos de Morfeo.

Abrió los ojos y pudo ver que el cielo aún estaba oscuro. Se levantó de su cama y bajó a la sala común. Traía puesta su pijama color verde pálido, una camisa de tirantes con un short muy corto... se veía muy linda con su pijama y sus trenzas. Se encontraba vacía, le entraron unos enormes deseos de ir a la biblioteca a leer un libro que no había podido terminar de leer, ya que lo tuvo que entregar antes; como no soportó las ansias de terminar de leerlo, salió por el hueco del retrato y se dirigió decidida hacia la biblioteca. Le extrañó que aún se encontrará abierta, así que entró y comenzó a buscar el libro, mientras lo hacía pudo notar que también la biblioteca se encontraba vacía, no se encontraba ni siquiera la encargada. Así que no tardó en encontrar el libro, se sentó en el escritorio que estaba en el fondo, detrás de un gran estante de libros. Comenzó a leerlo... no pasaron 5 mins cuando escuchó unos pasos acercarse. Pensó que se trataba de la encargada que venía a correrla, pero no fue así.

-Hermione¿por qué estas aquí tan tarde?- oyó que le preguntaba un chico pecoso y pelirrojo que se asomaba de detrás del estante.
-Ron... no podía conciliar el sueño así que decidí venir aquí, pero ¿tú qué haces aquí?- preguntó muy intrigada la chica
-yo... bueno... te estaba buscando- dijo el chico serio, mientras se sentaba al lado de ella
-¿y para qué me buscabas¿Pasa algo?- preguntó ahora preocupada la chica
-no... No te alarmes, no pasa nada. Es solo... que quiero hablar contigo- le dijo Ron igual de serio
-dime... ¿de qué quieres hablar?- la chica comenzaba a ponerse nerviosa
-Hermione... tú bien sabes que me encantas...- dijo muy decidido el chico. Esto desconcertó totalmente a Hermione,
-¿lo sabía?- preguntó incrédula
-bueno... tal vez no, pero ahora lo sabes- le decía mientras le acariciaba la cara
-yo... bueno... Ron...- no sabía que decir, estaba totalmente confundida por aquella declaración por parte de él.
-shhh... no digas nada...- la silenció él mientras ponía su dedo en los labios de Hermione.

Tomó la cara de la castaña con ambas manos y se fue acercando poco a poco a ella... Hermione no podía resistirse y menos a Ron... así que no puso resistencia. Sus caras se iban acercando poco a poco, podían sentir sus respiraciones, rozaron sus labios hasta que el beso se consumió. Era un beso con una mezcla de ternura y pasión. Él sostenía el cuello de la castaña con sus dos manos y ella tenía sus brazos alrededor del cuello de él; cuando se separaron se miraron a los ojos, ella no pudo evitar sonreír. Se levantaron de sus asientos y se dieron un tierno abrazo. Sus labios se volvieron a juntar; él la tomó por la cintura, ella se colgó del cuello de él. Fue un beso tras otro hasta que en uno de tantos besos, comenzaron a jugar con sus lenguas esto hizo que se desatará mucha pasión, aquella pasión que se habían guardado por tanto tiempo... su atracción era tanta que no lo podían resistir. Ron empujó a Hermione hacia su cuerpo, quería sentir su cuerpo. La cargó y la sentó en el escritorio. La temperatura en ambos habían comenzado a subir de una manera impresionante, las manos de Ron querían explorar el cuerpo de Hermione, así que decidió intentar hacerlo, puso una de sus manos en su seno, pero al ver que la castaña no rechazó aquella caricia comenzó a apretarlo suavemente. Ella, por lo tanto, comenzó a acariciar la espalda del chico; los besos de Ron bajaron a su cuello, bajaron hasta sus hombros los cuales estaban cubiertos por los delgados tirantes de su pijama. El pelirrojo bajo el tirante, dejando así, descubierto el hombro de Hermione y comenzó a besarlo suavemente. Era ahora ella la que besaba el cuello de Ron, sin tiempo que perder jaló la camisa que traía el chico en señal de que se la quitara y así lo hizo él. Ella sin poder resistirse puso sus manos en el pecho de él y lo masajeo intentando sentir sus músculos, él bajo ambos tirantes de la pijama de la chica haciendo que la camisa resbalará hasta su cintura. Hermione había quedado igual que Ron, ambos desnudos del torso. Él miró sus senos por unos instantes, los acarició mientras la besaba en la boca, volvió a besarla en el cuello, los hombros, sus besos bajaron hasta detenerse en sus senos. Los besaba lentamente, lamía sus pezones y los mamaba un poco. Hermione no pudo evitar que se le escapara un gemido, el pelirrojo la oyó y se sintió excitado. Siguió su juego, subió hasta su boca otra vez y la besó; las manos de ella recorrían la espalda, el pecho, el pelo, la cara del chico... Hermione sintió deseos de bajar sus manos hasta el pene de él. Y así lo hizo, metió sus manos dentro del pantalón de su pijama y el bóxer del pelirrojo y pudo sentir que estaba muy duro, tocó su miembro y al hacerlo, pudo escuchar que el chico comenzaba jadear, como si con cada toque hacía que lo excitará cada vez más. Esta idea le agradó a la chica pues sentía que tenía control sobre Ron, siguió tocándolo. Por lo tanto, él besaba sus senos y los apretaba un poco más fuertes, cuando Ron oyó que la castaña volvió a gemir, beso su cuello y fue bajando poco a poco una de sus manos... recorrió su vientre, sus muslos y tocó su genital, Hermione soltó otro gemido y abrió un poco más sus piernas. Al hacer esto el pelirrojo se abrió paso entre el corto short y le ropa interior de la chica hasta que tocó los labios vaginales de esta y pudo sentir que estaba muy húmeda... ella, lo besó apasionadamente en la boca, mientras él introducía dos dedos en la vagina de Hermione, aquel besó ahogó el gemido de la castaña. Ron estuvo acariciando el clítoris de la chica, la cual soltaba jadeos cada vez más fuertes, ella aún tenía en sus manos el miembro de él, el pantalón y bóxer de él resbalaron hasta sus tobillos, y la castaña tenía su corto short y su ropa interior en las rodillas... él la masturbaba y ella lo satisfacía con sus manos.

Al no resistir más, Ron la recostó en el escritorio, besó sus pechos con desesperación y aún tenía sus dedos dentro de ella, pues le causaba placer escucharla gemir de aquella manera. Sacó sus juguetones dedos, tomó su miembro y lo introdujo lentamente en Hermione... ella sintió un agudo dolor, soltó un gritito pero pronto se acostumbró... poco a poco Ron se comenzó a mover con más rapidez. Él placer de ella iba en aumentó, los gemidos de ambos eran ahogados por los salvajes besos que se daban. Cuando ella empezó a sentir que su cuerpo no resistía más...

¡Despertó!

Si... era solo un sueño, no un sueño común... era su fantasía.

La castaña despertó exaltada y con su cuerpo perlado por gotas de sudor... ¿Cómo su mente la podía traicionar de aquella manera ¡Era injusto! , pensó ella. Se recostó y quiso dormir sin recordar nada... pero le fue imposible. Aquel día había sido extraño y jamás lo olvidaría, pues sería el día en que su sexualidad, al igual que ella... había despertado.

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 A CONTINUACION - CAPÍTULO 07