3° ONEshot "Fama de Héroe"_cap1

Probando algo diferente, mezclando mis otros gustos pero siempre, siempre, conservando lo pottérico. Si se animan a leerlo: genial! Una historia de Josh Hutcherson como Josh Hutcherson en una relación con ustedes.

Va dedicado para mi amiga Sophi en su cumple, besos reina y disculpa la demora.

¡Bienvenidos!

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Me gusta muchísimo cuando mis fans y lectores me envían uno que otro mensaje en Twitter, es genial! Yo creo que es una herramienta que conecta al mundo en cuestión de segundos.

-“Dejando mi preciosa Italia para ir rumbo a nuevas columnas en #TheIndependent Chicos estaré ausente esta semana. Buen día! “

Escribía en un tweet para creerme que me iría por primera vez en mis 19 años a New York.

Era algo que deseaba hace mucho, ya que veo en las películas y se ve inmenso, muy iluminado,; definitivamente no es lo mismo que Paris, porque parís es muy romántico, en cambio la cuidad o la Gran Manzana“ como dice Alicia Keys en su canción es un deleite sonoro. Me fascina la idea de ir a vivir un tiempo allá, aunque no me agrada la idea de estar sola. Espero encontrar a alguien que me haga compañía.

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No suelo usar relojes de mano así que llamo a una de las aeromozas para que me indique ¿qué hora es?, estoy tan nerviosa por mi primer viaje fuera de Europa que a la hora de hacer mis trámites para dejar mis maletas, metí mi celular en una de ellas, que cabeza la mía, nervios de principiante.

-Señorita ¿qué hora es? – le digo a una esbelta mujer que llevaba el cabello recogido en un moño, típico de ellas.

-Son las 7 con 55; el vuelo de Italia a New York para aterrizar en el aeropuerto John f. Kennedy ha durado casi 1 día, ¿se encuentra bien?

Solo le había preguntado la hora, pero es una buena respuesta la que me dio. Así que agradecí, no podía creer que había estado sentada y echada más de 10 horas, le agradecí la amable respuesta que me dio y seguí mirando hacia el techo donde había indicaciones en ingles acerca del uso de una máscara en caso de emergencias.

Luego de una casi una hora, es lo que mi cabeza calculó. Pasamos todos a bajar del avión. Llevaba unas enormes gafas negras y un sombrero de cinta negra y un bolso beige Mulberry, cruzando mi hombro. El estilo lo aprendí de una artista a la que admiro muchísimo, Emma Watson. Vi a varios paparazis a lo lejos, no cuento con un guardaespaldas lo cual me preocupó mucho; aún adelante mío estaban los pasajeros que estaban en mi avión así que decidí encubrirme con ellos.

Yo era conocida, pero en mi país según sabía. Había escrito unas novelas muy comparada y publicada por una importante editorial en Londres. Luego fui muy leída por la columna que tenía en un diario muy importante en la ciudad, afortunada fui ya que mi bandeja y página web y de Facebook tenían miles de entradas en solo horas. Grandes tiempos y lo siguen siendo!

-Mamá estuvo en nuestro avión! Es ÉL!!! AHHHHHHHHHHHH es guapísimo, hermoso ahhhhh un autógrafo mamá vamos!!! Ahhhhhhhhhhh – gritó una niña aceleradamente, de unos 13 o 14 años creo, señalaba eufóricamente a un hombre de buena espalda y… ah… ya entendí. Los paparazis no me seguían a mí si no tal vez a ese hombre que estaba con una señora que podría ser bien su madre o su guardaespaldas, que se yo.

Sentí curiosidad por ver quién era, tal vez conseguir su autógrafo, me reí por mi ocurrencia.

Jalé mi equipaje y me fui directo a un taxi que me esperaba; mientras el chofer me ayudaba a guardar mis cosas vi un numeroso grupo de niñas y jóvenes con pancartas y otras casi al borde del llanto; definitivamente alguien famoso había llegado en mi vuelo y yo ni cuenta.

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Me hospede en un hotel posible de pagar pero que llene mis necesidades, era acogedor y muy lindo; lo que me "deprimía" era que tenía un lujo de hotel a unas calles, era el "Intercontinental Barclay" muchos artistas jóvenes, casi de mi edad decidían hospedarse ahí, incluyendo a mi ídolo.

-Oh santo cielo!… A TWITTEAR!

"Frente al #BarclayHotel, no me hospedaré aquí pero guardo esperanza q el destino me lleve a ver a @EmWatson. Que su día sea bueno por donde estén :) Yo nueva en NY♥”

Escribía mientras me disponía a entrar subiendo unas escaleras pequeñas a una puerta de vidrio. No paso para mi nada desapercibido ver también un grupo de fanáticos esperando a su artista, el cual supuse seria el mismo del aeropuerto.

Me quede un momento afuera mientras el botones llevaba mis maletas a registrarlas, pude ver como pasaba veloz en la estrecha calle una jeep negra de lunas polarizadas. Sin poder hacer más para ver quién era la dichosa celebridad entre y con todo listo no dude ni un segundo en lanzarme a la cama a roncar un ratito.

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En mi vida había viajado un día, tenía hambre pero el sueño también me había vencido. Aún tenía la sensibilidad auditiva de mi madre y logre percatarme que alguien tocaba insistentemente la puerta y luego murmullos y hasta un conteo regresivo, me pare perezosa y vi como la puerta dio un impacto que me hizo gritar como lo hice en la escena de la escalera de Actividad Paranormal 2.

-Señorita ___________ - me llamó por mi apellido - se encuentra usted bien, ¿por qué no nos abría la puerta?

Aun estaba somnolienta pero pude ver que habían chicas de servicio con mi desayuno, el portero que se sobaba el brazo fuertemente y el administrador un anciano de baja estatura que me miraba como si fuera mi abuelo y se estuviera preocupando por mí.

-Disculpe por lo que ocasioné, tenían mucho sueño y no recordé que pedí mi desayuno.

-No se preocupe, imaginamos que su viaje la debe tener así, la casa invita así que no hay necesidad que pague por él.

-No de ninguna manera, como cree. Le pagaré y lo de la puerta también.

-Señorita ___________, tómelo como una bienvenida a esta ciudad. Por cierto le llegó esta carta del director del "Independent"

Agradecí las molestias y pedí permiso para leer lo que recibí. Me estaban citando a ir a uno de los lugares que más me fascinaban de esta ciudad: La Biblioteca Pública.

Era para darnos unas previas a los nuevos miembros y editores de intercambio, digamos que yo era de ambos un poco.

Para llegar temprano y tener tiempo de entretenerme entre tantas reliquias y el mismo establecimiento decidí comer en el hotel y sin aceptar un no por respuesta pague mi desayuno no consumido. Lista y preparada con un vestido veraniego y con estampados de flor, una chaqueta de cuero carmesí, me sentía fresca para salir, no soy de usar tacones, por lo que opte ponerme unas ballerinas marrones y un bolso donde llevaba lo básico para sobrevivir: agua, goma de mascar, mi guía turística y un diccionario multilingüe, además de mi identificación y otras cosas más.

Caminaba como podía mirando el mapa y las calles, estaba por calles poco circuladas hasta que llegó el momento de cruzar las calles de la cuarta avenida; iba todo bien porque afortunadamente cruce con un grupo de gente que me ayudo a saber cuándo era el momento de pasar por el paseo peatonal. Ciclistas nos rodeaban por delante y detrás, parece que había un maratón o algo por el estilo.

Estaba a unos pasos de la 5° Avenida, había escuchado tantas cosas sobre este lugar que efectivamente me sentí como de película cuando contemple las tiendas, coloridos y mi tesoro de Biblioteca.

-¡Mama mía! – me sorprendí como mi abuelo cada vez que yo le daba mis recitales en navidad desde pequeña – No puedo creer que este frente a ti…

Podía escuchar un coro de ángeles y un haz de luz que iluminaba desde el punto cumbre hasta los primeros escalones de aquel monumento, era justo como lo veía en internet, quería correr y llegar ya, pero un grito me lo impidió.

-¡¡¡CUIDADO!!! – sentí como unos fuertes brazos varoniles me sujetaban de la cabeza protegiéndome y otra de sus manos estaba apoyada sobre la parte terminal de mi espalda, casi apretando fuertemente y a la vez con delicadeza sobre mi cintura. No veía nada pues delante de mí solo podía sentir el fornido pecho de un hombre que se empeñaba en dejarme en claro que no me soltaría.

-¡QUE LE PASA MUJER, QUE NO VE POR DONDE VA! – escuché como otro hombre ¿me reprochaba?, estaba medio sentada sobre un escaloncito e intenté ponerme de pie más shockeada que adolorida. Mi cara era desconcertada ¿Por qué aquel hombre me gritaba? Y porque tenía gente con cara de enamorados mirándome a mí y al que me había creo que salvado de algo.

-Le estoy hablando, míreme! – me chasqueó los dedos en la cara el hombre que llevaba una camisa a cuadros abierta dejando ver su polo blanco con un logo de alguna empresa. Me miraba furioso y solo podía ver como gesticulaba algo que no alcance a escuchar, podía ver una fila de autos detrás del bus que llevaba pasajeros y un chico en bicicleta que me miraba con las manos sobre su cadera.

-¡Ya basta! Señores les pido por favor arreglemos esto de manera civilizada.

Otro hombre salió a hablar, este llevaba un terno y… no me fije bien que más porque un joven se paró en frente mío y me tomo el rostro en sus manos examinándome, aunque no pude ver sus ojos que estaban cubiertos por unos Ray Ban negros pero lo que si se veía y que bien se veía, era sus labios que parecieran estaban listos para morderlos y…

-Oye… ¿no me escuchas lo que te estoy preguntando? – dijo pausado pero muy cerca de mí ya que aún había ruido atrás de nosotros.

-Ah… ¿qué?

-Te duele la cabeza, algo… no se el tobillo o algo ¿estás bien? – me preguntaba y yo nada de nada.

-Eh…. Yo sí, no me duele nada creo pero…

-¡PUES QUE SE FIJE BIEN! – volvió a gritarme ese señor del bus, señalándome y furibundo abriendo la puerta de su vehículo. Vi como el otro de terno le daba una tarjeta al ciclista e intentaba a su regreso apartar a la gente que se iba preguntando que había pasado.

-¡Es Josh! – gritó un paparazi, imposible no identificarlo en tu peor o mejor estado; llevaban las detestables cámaras de lentes enormes, radios enganchados en sus casacas  y un bolso cruzado. Eran 3 los que venían hacia nosotros.

- Ven conmigo – me tomo de la mano y miro mis pies – si puedes correr ¿verdad? es solo un poco más, doblando la esquina esta mi carro – asentí al momento que también sujete su mano y acelerábamos el paso.

- Pero señor no creo que sea… – protestaba el de terno.

- Thomas, no digas nada y solo vamos un momento hasta que todo esto pase. – corríamos mientras increíblemente el hombre mayor ya llegaba hasta el dichoso carro que no era nada más y nada menor que una Jeep de lunas polarizadas – pasa por favor.

Me cedió el lugar y yo entre con cuidado que no se me levantara el vestido, pero entre el apuro uno de mis zapatos se cayó. Afortunadamente él lo tomo y el chofer piso el acelerador y cogió un atajo despistando a los paparazzi, que muy astutos nos seguían en unas motos.

-Ay que afán – era el chico de las gafas de sol, que se giró viendo por la ventana trasera como a unos metros había un chico manejando la moto y otro atrás atento a capturar alguna foto. El señor Thomas afortunadamente entro a un estacionamiento y buscaba un lugar para aparcar.

- Señor que va a hacer – el chofer nos miraba por su espejo retrovisor.

- Primero presentarme – le dijo y luego giro hacia mí y me tendió su mano quitándose los lentes pero conservando el sombrero de tela gris a cuadros – Soy Josh, disculpa por lo de hace un momento.

Esa cara… esa cara… la había visto en algún lado. Él era…

-¿Josh Hutcherson?...

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Ojalá Sophi que te haya gustado, pronto subo la siguiente y última parte.