domingo, 13 de mayo de 2012

4° ONEshot "Una de las tantas"

Probando nuevas cosas, encontré algo que les puede gustar. Por favor no sean prejuiciosas y lean de principio a fin; puede parecer raro al inicio, pero estoy más que segura que acabarán pidiendo cosas así como... mejor lean.
Advertencia: Lemon del bueno. (no se quejen que no advierto)
Disclaimer: De las manos de JOHA, a las de Betsy U., para ser adaptado en este su humilde blog romione+grintson. Los gloriosos personajes son creación de JoRow. mi trabajo es reacomodar, retorcer y presentarselos.
¡BIENVENIDOS!
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- Mmm... – ella estaba fascinada sintiendo su lengua sobre su centro.
- ¿Te gusta nena? – él la miró y en sus ojos distinguió el placer que sentía cuando le hacía sexo oral.
- Me encanta – sin mucha cordura lo tome de sus cabellos y lo volví a enterrar en mi.
La manera en que movía su lengua y usaba sus dientes era sencillamente excelente, la mejor experiencia de su vida.

El sonido del despertador la saco de su placentero sueño, justo en el momento en que iba a llegar al orgasmo aunque fuera en un jodido sueño, en estos tiempo un corrida era una corrida, aún recostada y fastidiada podía sentirse ansiosa ya que hace mucho no tenía ninguna actividad que implicara mete y saca.

- Hermmm... – el cuerpo de su esposo rodó hacia el lado de la cama, le miro con los ojos bien abiertos – es hora de levantarse ya...
Fatigada y molesta consigo misma, había apagado el despertador.

- ¿Tu llevarás a la pequeña al colegio? – preguntó con su rostro aún enterrado en su almohada
- Claro – no le molesta el hecho de llevar a la bebe, si no de cortar su sexoso sueño. Se fue al baño y se alistó
Al salir no encontró a nadie en su pieza, por lo que bien supuso que su marido estaría encargandose del desayuno. Mientras buscaba que ponerse en los cajones pensaba el lo raro de este último mes en su relación. Llevaban, ambos tiempo sin experimentar calentura corporal; ella lo necesitaba. Cuando había un milagroso hueco en sus horarios, muchas de ellas los agarraba exahustos o eran interrumpidos por los quejidos de su hija en su habitación contigua.

En fin, siempre había algo antes que el sexo.

Una de las amigas de la castaña, Ginny le sugirió que se fuera a buscar una descarga fuera de casa y pese a que su cuerpo se lo pedía, le resultaba imposible y horrorosa la idea de engañar a su familia. Y es que cualquier tema de ese tipo llegaría a afectar gravemente a la pequeña de 5 años y disolver lo que había construido con Bill, su marido.
La posiblidad de buscarse un amante, la llevó a remontarse esa idea en el caso de su marido; ese solo hecho le confirmó que su amor por él seguía latente como en el colegio, pensarlo si quiera con otra mujer le hacia hervir de celos.

El día se veían genial, así que decidió reanimarse y motivarse. No solo se preocupó por su apariencia de oficina: falda, blusa rosa de seda con un sastre a conjunto más unos tacos azules acero de toque sofisticado; si no que necesitaba sentirse sexy bajo esa imagen de jefa responsable: llevandola a escoger interior de encaje brasilero y un sujetador con un pequeño lazo de seda azul en el encuentro.

- ¡Hola amorcito! – le dio un delicado beso en la cabecita de la nenita, mientras la seguía con la mirada para que no se atorara con la avena que comía y le sirvió su padre.
- Amor, toma un café antes de irte – le tendió una tasa de pirex larga y le regaló una simpática sonrisa.
- Gracias Bill – bebió el liquido y trató de devolverle la sonrisa
- Herm... estaba pensando que quizás hoy podríamos salir a cenar – se pasó una mano por sus desordenados cabellos, algo nervioso – ya... sabes... – se encogía de hombros – los dos solos, me entiendes
- Pero la nena…
- La dejaremos con mi mamá… - solucionó su marido - ya sabes que no se hace problema en cuidarla.
- Esta bien – le regale una sincera sonrisa.

Ame el esfuerzo que estaba haciendo, eso despejó cualquier duda sobre amantes que se me pudo cruzar por mi loca cabeza.
- Pasare a dejarla al colegio – la castaña le dijo a su esposo mientras se colocaba su saco.
- Te tengo una mala noticia – se sonrojó el hombre
- ¿Qué pasó Bill? – ella lo miró entrecerrando los ojos, eso no iba a ir nada bien
- Tu auto se daño… traté de encenderlo para calentar el motor pero no prendió – antes de que su mujer protestara o saliera con otra discución se apresuró a continuar – así que si quieres paso a dejar a nuestra hija y después te llevo a ti.
- No – se negó ella – tu no te vas hasta dentro de una hora, por hoy tomare el bus – la castaña estiró su mano izquierda hacia la pequeña que atenta al gesto la tomó – el colegio queda cerca así que la pasare a dejarla primero.
- ¿Segura? – se veía reflejado en el rostro del hombre verdadera preocupación
- Segura – sonriendo se acercó a él y de puntillas le dio un casto beso en sus labios – en la noche te daré más de esto – le susurró al paso que delineó el labio inferior de su esposo con la lengua.
Satisfecha escuchó un gemido de Bill y no dijo nada más que salir de ahi, antes guiñandole un ojo.
No se tardó en llegar, solo 15 minutos casi. Luego se fue a la boletería y compara una tarjeta, de las que hace tiempo no compraba, hace años mejor dicho. Recordó sus años de colegiala cuando en uan estación parecida cerca de su antigua casa tomaba por las mañanas rumbo a sus estudios.

Miró el reloj y girando de un lado a otro vio que habían igual que aquellos tiempos: escolares y trabajadores. Aún tenía tiempo por el improvisado cambio de plan: tomar transporte publico hoy.
Nuevamente los recuerdos volvieron a ella cuando pasó la barra metálica que aguardaba la puerta corrediza del bus, en muchos de los viajes coincidía con amigos que venían de lejos u otros que subían en los siguientes paraderos. No cambiaba la cantidad de gente en los espacios dobles del vehículo, gente y más gente que empujaba y gente que te apretaba; una tonta sonrisa se le dibujo en su rostro al recordar una vez cuando iba con su esposo, en ese tiempo novio y todo estaba tan lleno que no se podían ni mover.

Para él había sido la oportunidad perfecta para masturbarme, una experiencia simplemente magnifica, éran unos adolescentes de solo 17 años así que en ese momento ella lo tomó como algo normal de la edad, pero definitivamente lo mas excitante de su vida.
Ese tal Bill que estaba en casa distaba bastante la verdad del travieso que fue años atrás, pero aún así esperaba que todo saliera bien hoy en la noche, por lo menos ella dispuesta estaba.

Hermione estuvo sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta en que momento un extraña protuberancia se hizo presente en su pequeño trasero; no podía moverse bien ya que como siempre el espacio estaba copado de gente, pero sabia que solo había una persona detrás de ella. Se removió un poquito en su lugar pegandose hacia la baranda frente de ella y eso tambien se movió.

Abrió sus ojos de par en par al descubrir lo que era. Un gran miebro masculino totalmente erecto.

Eso es lo que era; quiso dar un paso para alejarse pero no tenía ni un centímetro para avanzar, así que lo único que conseguió fue restregarse involuntariamente más contra él.
Por un momento pensó en darse vuelta o quizás gritar pero eso solo crearía un escándalo y quizá gritar pero eso solo crearía un escándalo y quizá el pobre hombre no tenia intención en que su miembro se le parara en plena muchedumbre tras el trasero de la castaña, quizás solo fue un reflejo común.
Hermione se agachó un poco logrando ver por las ventanas y bajar en la siguiente estación, de esa manera se ahorarría problemas y la vergüenza de esta situación.
Pero fue sorprendida de pronto por unas masculinas manos que se posaron sin permiso sobre sus caderas y obligaron a que se restregase contra el erecto órgano; se sintió malditamente genial, así que un involuntario gemido salio de sus labios, pero al siguiente roce tuvo que apretar su boca para no volver a gemir.
Ese hombre atrás suyo siguió con sus movimientos de una manera bastante experta; quizá era un viejo asqueroso y ella felíz de la vida, gozando. Se iba a girar para gritarle a riesgo de armar un escándalo, era una mujer casada y esto era una indecencia, pero no alcanzó. Un tibio aliento choco su cuello.
- ¿Bajámos? – esa voz definitivamente no era la de un viejo asqueroso. ¿Pervertido quizá?
- ¿Estas loco? – habló entre dientes girando solo un poco el rostro pero aun sin verlo
- Es posible – el hombre se encogió de hombros – pero si tu deseas te puedo dar la mejor follada de tu vida.
- No… yo… soy casada – sus viriles manos se introdujeron con facilidad en la blusa de la chica y comenzó a masajear su vientre, tanteando la zona de la pretina de su falda.
- Solo será un poco de sexo entre desconocidos… ¿Qué dices?

Ese atrevido tomo entre sus dientes el lóbulo de la femenina oreja y le volvió a arrancar un gemido intenso pero igual de bajo a otros oidos.

- No se tu nombre – se regañaba a sí misma por oirse con uan voz tan calentona
- Ronald – dejo un beso en su cuello - Mejor dime Ron - posó su barbilla en el cuello de la castaña dejando otro beso
- Ron... como ron de quemar
- O ron de fuego
- Y que... ¿me vas a quemar?
- Solo si tu quieres te puedo hacer arder en un segundo ¿Tu nombre? - apartaba el cabello con la mano que no se encontraba sobre el vientre de la chica.
- Hermione
- Nos hemos presentado, ahora bajemos.

El tipo no dejó de sostener las manos en el cuerpo de la chica, guiandola hasta la salida. Estando en la calle, ella aún no se ubicaba. La mirada de ella era fija a cierta dirección aunque por momentos se fijaba en el gran tamaño de los zapatos de el hombre. No podía resistir más, debía saber como era el hombre del autobus, se giró y contuvo el aliento; era bastante guapo ese hombre; alto, con buen cuerpo sin exagerar, aunque el llevara la mirada enfrente buscaando algo ella noto que tenía un color celste o azul y ese cabello era único! ligeramente desordenado y pelirrojo. Él se podía sentir observado por lo que ladeo su sonrisa. Ella sintió que desmayaría en cualquier momento.
A él se le illuminó el rostro al ver lo que tanto buscaba, la tomó de la terminal de su espalda invitándola a avanzar.

A un Motel.

No fueron concientes del tiempo en recoger las llaves y arreglarse a subir al segundo piso, pero ya se encontraban frente a una puerta del piso. El pelirrojo miró el interior conforme y ella no reaccionaba.
- ¿Te quedarás aquí afuera?
- Yo…. – la castaña inclinó su cabeza para ver que el lugar esté despejado, sin entrarar
- ¿Ya te arrepentiste cariño? – Ron enarcó una ceja en dirección a ella
- No se si es correcto – habló la chica con firmeza, convenciéndose
- Claro que no es correcto – él se cruzo de brazo, apoyándose en el marco de la puerta – tú estas casada – me apunto – y yo también – dijo sin más, mostrandole a la chica su brillante sortija
- Pero… - intentaba articular alguna palabra, pero nada
- Pero eso no es lo importante – se volvió a apoderar de su cintura quedando casi cerca – por hoy solo seremos Hermione y Ron, teniendo riquísimo sexo, ¿que te parece?

No llegó a responder algo porque sus finos labbios fueron adueñados por los carnosos de él; su beso no tenia nada de tierno ni de amor, todo fue salvaje y con furia.
Con un empujó de su pie, cerró la puerta y apoyó contra ella a la castaña, sus manos siempre demandantes tomaron presa su fino cuerpo sin contemplación, Ron la recorrió por completo tocándola sin ninguna delicadeza, todo de forma ruda y eso solo logró que la humedad de la castaña se hiciera más que presente.

- Exquisita – su boca se dirigió a al fino cuello y comenzó a absorber su piel con mucha fuerza
Eso era un hecho, quedaría una buena marca pero a ella le valió.
Esto era lo más puto que se atrevía a probar: toqueteos y próximamente sexo con el bombonazo del bus, disfrutaría todo lo que pudiera.
- Tu también estás... ah... buenísimo – no me quise quedar atrás así que de un solo tirón le arranque la camisa.
- Me arrancaste todos los botones! – sonrio jodidamente sexy, de lado. eso quería decir que no le fastidiaba el hecho
- Es que quiero saborearte.

Sin decir mas Hermione llevó su boca hasta sus bien formados pectorales, estaba claro que su cuerpo estaba trabajado, no cualquiera podría tener un cuerpo así solo porque si. Sacó su lengua a jugar y la llevó a una de las tetillas, logrando que Ron gruñera de la ansiedad, así que siguió bajando hasta que me tope con el pantalón y su correa de cuero.
Gimió de frustración y él se rió por el gesto, pero muy rápida lo liberó de tal prisión dejando ante mis sus ambarinos ojos la mejor!!! el premio hecho carne que jamás vió: grueso, largo, duro al tacto rápido, mojado y derechito, eso era muy importante.
- ¿Te gusta? – ella levantó la mirada - ¿Te gustaría tenerla dentro de tu boquita? – solo atinó asentir de lo idiotizada que estaba – entonces tómala, toda tuya... y hazme sentir tu profundidad - hablaba exitadísismo el pelirrojo.

En un gesto algo brusco Ronald la tomo de la ensortijados cabellos y me dirigió hacia su pene. Ella aún no presentaba quejas y tmapoco lo haría, de hecho lo hizo mas excitante, así que solo me preocupaba por chupar y sentir toda su extensión en su boca; las las manos masajeaba sus testículos pero no basta con eso así que se sacó el mienbro de la boca y dirigió su lengua hacia las bolas del macho pelirrojo sin evitar chupárselas también.

- ¡MIERDA! – las fuertes manos en el cabello castaño se hizo puño jalando sin intención, preso de la exitación y las sensaciones eso le indicaba que le gustaba lo que hacía Hermione – la mejor mamada de mi vida...

Eso le hizo sonreir satisfecha, regresando a su perfecta labor siguió chupándosela hasta que sintió tensarse
- Ya… casi… ¡Mierda Hermione!... ¡Me voy a correr! – ella volvió a elevar su mirada y notó que tenía los ojos cerrados y muy apretados.
Tenía planeado algo que jamás intentó por miedo, relajó su garganta al máximo y su miembro entre embestidas le llegó hasta lo más profundo, solo bastaron dos chupadas más y toda su escencia pasó directo a su garganta, quedando nada en los labios de ella quiso saborearlo un poco pero casi nada quedo en mis labios. Como para dar gracia al momento le dió un par de en la punta de su viril y ahora menos erecto mienbro, manteniendo contacto visual con esos ojos color témpano de Ron.

- Ven acá – la tomó de los brazos y la arrojó sobre la cama – ahora sabrás lo que es bueno.

Ese pervertido pelirrojo la dejó casi denuda como quien hace record, solo le dejó conservar las truza brasilera que tenía puesta, pasó sus dedos sobre la liga en su cadera y con previa sonrisa demandante la rompió arrancándola sin piedad.
- Lindo encaje – se bruló
- Lo rompiste
- No importa – se encogió de hombros - hiciste lo mismo con mi camisa.
- Pero…
- ¿Te han encontrado alguna vez el punto G? – le interrumpió
- Nnnn… ooo... – medio tartamudeó
- Ahora lo sentirás.

Dos de sus dedos se metieron en mi feminidad dejándola perpleja a tal acto. Algo había escuchado del dichoso Punto G, para ser exactos Ginny le habló a cer ca de ello, contandole era como si una estuviera teniendo sexo con más de un hombre al mismo tiempo, por delante y por detrás y si... ella lo dice, así es.

- ¡OHHH RONNN! – ahora ella llevaba las riendas jalándolo a su gusto de los rojizos cabellos.
- ¿Te gusta cariño? – sacando su lengua, comenzó a jugar con el clítoris.
- OHHH siiiiii – chilló arqueando su cabeza hacia atrás si eso se podía.
- ¿Y esto?

Solo alcanzó a verlo meter tres dedos en su interior, hasta que sintió que un punto de su cuerpo fue tocado, con solo un roce sintió un orgasmo venir y es que no demoro en llegar. Él estaba orgulloso de su trabajo y diversión con ella, realmente le fascinaba verla retorcer de placer, exclamando su nombre y sobre todo, aquel deleite de mujer dandole una panorámica perfecta de su belleza.

- AHHHHHHH – gritó a todo pulmón Hemrione, curvando su espalda intentando controlarse sin éxito
- Eso nena, grita para mi – se miraron y él continuo con su labor de excitarla hasta que se rindiera, lo cual no sucedería
- ¡RRRONNN!

Si hay brutalidad en un acto sexual quiere decir que es muy bueno, realemente bueno. Así que la castaña pudo jurar hacerle hecho doler dirigiendo su cabeza pelirroja a su interior.
- ¡Hazlo! ahora hazlo tu!
- Eso nena… disfruta mucho… dime… ¿Quién te hace disfrutar? – retorció sus dedos perfectamente
- TUUUU – gritó ella a todo, sin pudor
- Eso preciosa… solo yo

Se alejó de su centro y antes de que pudiera decir algo la chica, la penetró sin pausa y de una sola estocada, el punto G estaba tan sensible que ella terminó viniendose a penas el macho pelirrojo entró en ella

- Eres rápida – se burló, recibiendo un aprentón de uñas en sus brazos por parte de la chica, ella aprovechó y subió sus piernas con ayuda de él a sus hombros sin separarse.
- Muévete fuerte – exigió obligándolo a besarla ferózmente en la boca - rááááápido - temblaba la castaña bajo el cuerpazo de su compañero de cama
- ¿Así? – apretó las piernas en sus hombros y embistió como un desquiciado en carrera tipo maratón de sexo por apocalipsis.
- ¡¡¡Siiiii!!! ASÍÍÍÍÍÍ… eso dame duro ¡OHHHHHHHHHHH!
- ¿Por detráááás taaambien? – pregunto burlesco y errático por el brutal movimiento.
- ¡Mierda! – llevó su manos a sus rebolteado cabello para bajar deslizándolo sobre su sudorosa piel, mojadísima y tironear de sus pezones – dame por donde quieras, pero hazzlo! Oh Putt... ah! Ron!

No era de hablar lisuras pero la tensión sexual era incríble que estaba por sobre todo modal. Él beso las manos de ella que aún seguía sobre sus pechos apartandola como un cachorro aparta algo con su ocico. Se detuvo a mirarla haciendo lento, fuerte y profundo para apretar contra sus carnosos labios los erectísismos pezones de la castaña.

- Oh Santo Cach... - la calló a un voraz beso para continuar con algo pendiente.
La giró tomandola por la cintura y de una la embistió de manera placenteramente mortal, sin dificultad.

- ¡MIERDA! – grito él ahora – Hermmmione estas malditamente apretada
- AHHHHH – volvió a gritar casi chillando

En la posición que se encontraban parecían un par de animales; él afirmado a los pecho de ella cojiendose para no salirse de ella y la castaña apretándo las sábanas y de cuando en cuando arañando sus piernas gruesas y de vello rojizo muy claro acercándolo más si eso se podía

- Mmmmmm yaaaaa / Ohhhhhhh yaaaa
- Ronnn! / Hermiooohh!

Tremendo orgasmo que adornó con broche de oro aquella calentona habitación de un Motel cerca a la parada de bus. Ambos calleron sobre la cama aunque Ron por la posición tuvo que rodar hasta toparse con la almohada.

No se fijaron en el tiempo, solo sus respiraciones bastante aceleradas se sentían mutuamente.
Ninguno se movió por buen rato, la realidad estaba ahi pero si se hablaban llegaría más rápido y aún quería disfrutar ese silención con el brutal bombóm pelirrojo, recostados boca abajo con las miradas encontradas...

- Hermm – le apartó sus revoltoso cabellos pegados al rostro – yo tengo…

No alcanzó a decirle más porque el sonido del celular de la castaña sonaba interrumpiéndoles, apresurada se levantó sin cubrirse buscándo el teléfono en su saco.

- ¿Hola? – contestó
- ¿Señora Granger? – preguntaron al otro lado
- Si, ella habla
- La llamo desde Hogwarts, por su hija – colocó una mano en su cabeza pensando lo peor que podría pasar a su pequeña en el colegio – ¿LE PASO ALGO A MI HIJA? – grite al teléfono

Esos brazos reconfortantes me rodearon la cintura cubriendome con su camisa, haciendola sentir culpable por lo que acababa de hacer, gozando y su hija en desgracia.

- No tranquilícese – el tono relajado de la mujer la calmmó a la castaña – solo le llamaba para informarle que los niños de primero a cuarto año están saliendo temprano, 2 horas antes – intentó buscar un reloj y se dió con que eran las 12 del medio día y unos minutos más ¿Tanto tiempo pasó?

- Bueno, gracias – habló tranquila – a las 2 estaré ahí entonces.
- Gracias a usted por su comprensión – corto la mujer sin darle más tiempo a decir nada más.
- ¿Qué pasó? – ella se giró llevandose la imagen de un buen despachado Ronald desnudo esperando la historia de la llamada
- Rose sale a las 2, hoy – tiró el celular a la desecha cama e intentó cepillarse con las manos su abultado cabello.
- Yo iré a buscarla – ayudó a Hermione colocando su cabello dejandolo caer detrás de sus hombros.
- No – neguó con la cabeza – voy a ir yo
- No – le contradijo – tienes que ir a la empresa
- ¡Anda tu! tambien entonces - avanzó hacia la cama sentandose en el borde.
- Hermm – se arrodilló y le dio un beso en los labios – ve tranquila a la empresa, se que tienes que acesorar al equipo que viajárá mañana conmigo, es una suerte que tu jefe sea tu esposo – rió moviendo sus cejas – iré a casa a buscar una camisa – le sonrió travieso y ella rodó los ojos poniendose de pie – luego iré por Rose a dejarla donde mis padres
- ¿Por qué? – griró sorprendida por lo que dijo e iba a decir.
- Porque me debes una cena - le guiñó un ojo mientras fue en busca de su boxer
- Billius - lo miró amenzante y divertida
- Nada de "Bill" "Billius" o lo que se le parezca – negó con el dedo índice – deja eso y vuelve a decirme "Ron" "Ronald" en el tono que mejor gustes; solo me llamas por mi segundo nombre cuando estás molesta, el viaje no es culpa mía. Tía Muriel se olvida las cosas pese a tener eficiente secretaría - Hermione enarcó una ceja.
- Ahora se dice "eficiente".... Billius - colocó sus brasos sobre su cintura simulando fasitidio.
- Jean ya deja eso, ven por aquí - la llamó con las manos – ya no hay de que estar molestos
- No me llames Jane - Ron le lanzó una mirada "ya ves" – no volveré a decirte así.
- Perfecto - paso sus manos por mis desnudas caderas apenas cubiertas por una abierta camisa.
- Esto fue una locura – delineo con sus dedos la barbilla, anclandose a su cuello y luego mirando al techo.
- Estas locuras nos hacian falta – me beso en los labios
- Tienes razón – se aferró aún más a él, jalandolo hacía la cama, quedando ella debajo de él. Ron apoyó su cabeza en los pecho de ella muy cerca a su corazón sintiéndolo latir - no quiero volver a molestarme por tonteras
- No - se separó y la miró a los ojos y en sus labios se volvía a asomar esa sonrisa de lado - me quedan muchas fantasías por cumplir, eh...
- ¿Cómo cuales? – le preguntó incrédula a lo que vendría
- Una de las tantas es... - prolongaba la espera
- Oh, vamos dime
- ¿Has tenido sexo alguna vez en una sala de cine?

Ante tal confesión la castaña comenzó a reir y Ron la acompañó y le aseguró que hoy vería mínimo 3 películas dando por solucionado el preocupante problema matrimonial.
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En especial va para mis "violadoras" preferidas (hace tiempo las tengo abandonadas chicas grintnators). Ojalá halla sido de su placentero y pervertido agrado.

PD: Recien termino parciales y esta es una recompensa por esperar pacientes a "Osadías de Tántalo y Arpía". Los amo.

2 comentarios:

Sophia dijo...

Mierda...mierda..mierda! [Oh! es la primera vez que digo una mala palabra cuando hablo contigo!] Me encantó lo amé...fue como...como ahora vuelvo voy a vomitar [vomitar en el buen sentido] como...como...pues no sé, sólo lo amé y te he dicho que eres mi ídola? Pues ya lo hice y esperaré con ansias Osadías de Tántalo y Arpía que se quedó bien buena... y ahora no tengo nada que leer hackearon las páginas donde leo los FF y pues no leo nada así que si te apresuras mucho mejor reina, haha chantajeo a todos para que actualicen emmm bueno me gustó, me gustó vas por buen camino emmm y ya.. .________.

Anónimo dijo...

Ooooh, me encantó estuvo... O.o
Al principio no entendí bien, como al principio lo llamó Bill y luego Ron dijo de desconocidos... pero creo que al final si entendí, una buena manera de darle ''alegria'' al sexo marital?? Jajajajjaa, bueno, pues eso, que pedazo lemmon te salió, me gustan este tipo de historias (xD) y este es realmente estupendo. Cinee jajajaa un besazo ;)

Annabeth.